Estas son las actividades que se usan una y otra vez para enseñar. Algunas actividades que los docentes podrían implementar en sus aulas de clase, las cuales considero fundamentales para un proceso enseñanza o aprendizaje efectivo (Ford, 1985).
1. CONTAR HISTORIAS. “Eso me recuerda la historia”. Cuando un docente dice esto al comienzo de su clase, todos los estudiantes parecen escuchar. Muchos se enderezan en sus asientos. Hasta los que mentalmente están distraídos, de repente prestan atención a sus palabras. La audiencia se transforma en oyentes de historia.
- Evite contar una historia sin practicarla.
- No analice la historia. Deje que la historia hable por sí misma.
- Absténgase de dar un sermón. Las historias realzan los sermones; los sermones no realzan las historias.
- Manténgala vívida. Use palabras que pinten cuadros mentales.
- Asegúrese de que las historias sean apropiadas. Los grupos de edad y el contexto son consideraciones importantes.
- Visualice la historia. En lugar de memorizarla, visualícela. Vea la historia con los ojos de la mente.
- Considere el nivel del vocabulario de los estudiantes.
- Cuídese de los asuntos sin importancia ya que éstos tienden a confundir.
- Evite tantos detalles. Los excesos de detalles también tienden a confundir.
- No haga uso excesivo de los objetos de ilustraciones.
- Deje que las palabras sean las que comuniquen.
- Evite pedir reacciones. Permita que la historia se procese en las mentes de los aprendices.
- No ilustre una historia. Las historias dentro de otra historia tal vez funcionen por escrito, pero no durante el momento de enseñanza.
Las preguntas cerradas tienen respuestas de palabras solas que están “bien o mal”. Por lo general, apenas proveen poca información y no permiten más comunicación. Las preguntas abiertas fomentan la participación del estudiante.
Pero las buenas preguntas no suceden por casualidad. Uno de los errores comunes que los docentes cometen es pensar que serán capaces de hacer preguntas sin reflexionar sobre ellas con anterioridad. Se asume que las buenas preguntas se le ocurrirán al docente a medida que progrese la clase.
- Lea todo el caso. Para entender completamente qué está pasando en el caso es necesario leerlo con cuidado y minuciosamente. Esto quizás quiera decir leerlo más de una vez antes de comenzar cualquier análisis.
- Defina el punto o los puntos central(es) del caso. En ocasiones, un caso puede involucrar varios asuntos o problemas. Es importante identificar los problemas o asuntos más importantes del caso y separarlos de los asuntos más triviales.
- Catalogue el punto. Luego de identificar el punto de mayor importancia, a menudo es de ayuda clasificar este punto o problema (relacional, circunstancial, médico, etc.).
- Vea el problema o la situación con una aplicación inmediata. Identifique cómo aplicar una solución al problema o asuntos bajo revisión. ¿Cómo se relaciona el tema o concepto que estamos revisando o estudiando a este caso?, o, ¿cómo se relaciona este caso con el tema bajo revisión en este momento?