La evaluación es una actividad que permite conocer qué tanto han comprendido los conocimientos un estudiante. Dicho de otra manera, se trata de estimar los conocimientos, actitudes, aptitudes y rendimiento de un estudiante. Existen varios métodos para evaluar. A continuación, estudiaremos cómo el constructivismo puede ayudar, especialmente en la educación a distancia.
Se recordar que algunos de los principios de la educación a distancia que es sustancial subrayar en esta modalidad el estudiante es un sujeto con determinadas características de independencia, autogestión y responsabilidad, y, asimismo, de que el objetivo de la educación a distancia es lograr aprendizajes significativos en el marco de la postura constructivista.
Kelly (1970), señaló que “los acontecimientos con los que nos enfrentamos hoy están sujetos a tanta variedad de construcciones como nuestro ingenio nos permita inventar” (p.1). Lo expresado por Kelly, invita a reflexionar que se debe ayudar al sujeto con situaciones de aprendizaje y evaluación en las que se transformen los pasos y las secuencias de todo proceso, en las que se reconstruyan situaciones y posibles resultados; y todo aquello que permita la creatividad, pero sobre todo el análisis y el cuestionamiento sobre cómo se resuelven o cómo se realizan los procesos.
Por lo anterior, es necesario que las estrategias de evaluación sean constructivistas, A continuación, se listaran algunos instrumentos que se utilizan con dicho fin:
1. Algunos estilos de entrevista son: el escalamiento o flecha descendente, como su nombre lo indica, se va ascendiendo en el tratamiento de un asunto o problemática, con la intención de que esto permita ampliar el conocimiento y, sobre todo, reconocer lo que se sabe en torno a algo en concreto; en el caso de la flecha descendente, se pretende la profundización para encontrar el origen o las causas de un problema.
2. Análisis del Discurso: Esta técnica implica el seguimiento de grupos de estudio, con los que, pese a la distancia, se pueden instrumentar mecanismos de interacción y encuentros presenciales, sobre todo a través de medios tales como la teleconferencia, la audioconferencia, los foros de análisis y discusión vía Internet, etcétera.
3. Proyectos: Son aplicaciones de un tema o asignatura con los cuales se puede evaluar el grado de apropiación de los conocimientos, habilidades y destrezas intelectuales. Los proyectos permiten el ejercicio de la autonomía y la creatividad de los estudiantes.
4. Pruebas objetivas: Se ocupan del conocimiento factual. La estructura de estas pruebas consiste en un enunciado que especifica en términos precisos los logros previstos.
5. Grabaciones en audio o vídeo con guía de análisis: Cuando se utilizan en la enseñanza y el aprendizaje, los docentes pueden valorar el grado de apropiación de los contenidos de los mismos mediante guías de análisis que deben desarrollar los estudiantes.
6. Portafolio: Es un registro acumulativo que sistematiza la experiencia obtenida en un tema o asignatura y que se puede presentar en un fólder digital.
El docente en la educación a distancia deja de ser aquél que transmite los conocimientos y asimismo el mediador entre los estudiantes y los contenidos disciplinarios, los cuales están inmersos en los propios cursos, y pasa a convertirse en un evaluador permanente del aprendizaje de cada uno de sus estudiantes, analizando y valorando las ejecuciones para consolidar y reorientar los logros.
En síntesis, la evaluación continua del aprendizaje es esencial, y, por ende, resulta conveniente que se base en diferentes instrumentos que permitan apreciar el avance de cada educando en los distintos niveles y tópicos por los que transita al adquirir el conocimiento. Es trascendental llevar además un buen control de su trayectoria académica, lo que permitirá darle solución a algunos de los problemas que afectan dicha trayectoria.