En presente, podemos apreciar que muchos jóvenes aún no tienen acceso a la educación, y es notable debido a la persistente desigualdad y marginación de los pueblos. Tanto en los países en desarrollo, como en los desarrollados, los jóvenes no tienen acceso a la educación básica debido a las desigualdades que se originan en el sexo, la salud y la identidad cultural (origen étnico, idioma, religión). Es muy notorio, que estos niños se encuentran al margen del sistema educativo y no se benefician del aprendizaje que es vital para su desarrollo intelectual y social.
Los factores ligados a la pobreza, al desempleo, la enfermedad y el analfabetismo de los padres, multiplican por 2 el riesgo de la no escolarización y la tasa de abandono escolar. Es incuestionable, que muchos jóvenes de contextos desfavorecidos se ven obligados a abandonar su educación debido a problemas de salud relacionados con la malnutrición o con el fin de trabajar y prestar apoyo a la familia.
La educación primaria universal, es un problema importante y un problema considerable para muchos. Diversos países emergentes no cuentan con los recursos financieros necesarios para crear instituciones educativas, proporcionar material escolar, ni contratar y capacitar a docentes. Los fondos prometidos por la comunidad internacional no son suficientes para permitir a los países establecer un sistema educativo para todos los jóvenes. Igualmente, la falta de recursos financieros tiene un efecto sobre la calidad de la enseñanza.
Este desbordamiento conduce a clases donde los diferentes niveles educativos se ven forzados, lo que no permite que cada educando individualmente se beneficie de una educación adaptada a sus necesidades y capacidades. Como resultado, la tasa de abandono escolar y la falta de educación siguen siendo altas.
Como resultado de la pobreza y la marginación, más de 72 millones de niños en todo el mundo siguen sin estudiar. En África, con más de 32 millones de niños en edad de escuela primaria sin educación. Asia central y oriental, así como el Pacífico, también se ven gravemente afectados por este problema con más de 27 millones de niños sin educación.
En síntesis, la falta de escolaridad y la mala educación tienen efectos negativos sobre la población y el país. Los niños que abandonan las instituciones educativas sin haber adquirido los elementos básicos, dificultan en gran medida el desarrollo social y económico de los países. Hoy en día, son las niñas las que tienen menos acceso a la educación. Constituyen más del 54% de la población no escolarizada en el mundo. Aunque muchos países en desarrollo pueden felicitarse por reducir dramáticamente la desigualdad entre las niñas y los niños en la educación, todavía se necesitan muchos esfuerzos para lograr la educación primaria universal.