
En la gestión de la innovación, la falla es una condición intrínseca en el proceso de innovación, por lo que es deseable hacerlo de manera más rápida y con precio accesibles. Se ha demostrado que asignar tiempo y recursos para el desarrollo ágil y temprano de conceptos y prototipos experimentando constantemente en sus diferentes niveles de resolución, permite aprender tempranamente cuáles son las funcionalidades y conocimientos técnicos que entregan valor al proceso e identificar los proyectos que pueden fallar, además de ahorrar considerables montos de dinero asociado al desarrollo de proyectos que no van a poder ser implementados por temas tecnológicos, de mercado y/o modelo de negocios.
Para ver la infografía puedes entrar a la sección a través de este Enlace.