El trastorno bipolar es una difícil enfermedad. Asimismo, se llama enfermedad maníaco-depresiva. Las personas que sobrellevan del trastorno bipolar experimentan cambios inusuales en su estado de ánimo. Muchas veces las personas se sienten muy tristes, deprimidos, felices y alegres. El trastorno bipolar no es lo mismo que los altibajos normales que experimentan las personas. Los síntomas bipolares son más potentes, la enfermedad puede hacer que a un niño le resulte difícil desempeñarse bien en la escuela o llevarse bien con sus amigos y familiares. Algunos jóvenes que sufren del trastorno bipolar intentan hacerse daño o suicidarse.
No obstante, son muchas las variables que pueden contribuir al trastorno bipolar, entre ellas:
1. Los genes, porque la enfermedad es hereditaria
2. La anormalidad en la estructura y función del cerebro.
3. Los trastornos de ansiedad.
Por ende, las causas del trastorno bipolar no siempre son claras. Los cambios de estado de ánimo bipolares se llaman “episodios anímicos”. Los estudiantes en el aula de clases pueden tener episodios maníacos, depresivos, o “mixtos”. Un episodio mixto incluye síntomas maníacos y depresivos. Los niños y adolescentes que sufren del trastorno bipolar pueden experimentar más episodios mixtos que los adultos que tienen la enfermedad.
Los episodios anímicos duran una semana o dos a veces más tiempo. Durante un episodio, los síntomas se presentan todos los días durante la mayor parte del día, son intensos. Las emociones son fuertes y ocurren junto con cambios extremos en el comportamiento y los niveles de energía. Los niños y adolescentes que sufren un episodio maníaco pueden:
1. Se sienten muy felices o hacer simplezas de una manera inusual.
2. Pueden cambiar repentinamente a un mal genio.
3. Hablan muy rápido sobre muchas cosas distintas.
4. Tienen problemas para dormir, pero no se sienten cansados.
5. Tienen problemas para mantenerse concentrados.
6. Realizan cosas peligrosas.
7. Se sienten culpables e inútiles.
8. Comen muy poco o demasiado.
9. Tienen muy poca energía y falta de interés en las actividades divertidas.
10. Piensan en la muerte o el suicidio.
En síntesis, es muy importante considerar a la institución educativa en el tratamiento integral de los niños y adolescentes con trastornos bipolares. Es habitual que cuando se desencadena la enfermedad el educando tenga que dejar momentáneamente el colegio, hasta que consigamos los reajustes suficientes. Por ello, se deben establecer contactos periódicos con el orientador del centro, tanto para sensibilizar a sus docentes como para preparar la vuelta al colegio.
Todo esto es necesario porque el educando debe incorporarse al colegio lo antes posible y son necesarios algunos reajustes: como incorporación progresiva, actitudes de los docentes frente a las dificultades que inicialmente pueda presentar ya que, independientemente de su inestabilidad emocional y/o conductual, también va a presentar los efectos secundarios de la medicación lo que necesitará de un Plan Individualizado.