Es necesario especificar claramente la organización y topografía cortical del cerebro. Esto es, como se divide y en donde se encuentran las diferentes regiones de la corteza cerebral, que van a sostener a partir de lo neurológico: desde nuestros movimientos más mecánicos e inconscientes, hasta aquellas funciones intelectuales más complejas, entre los cuales se encuentra nuestra posibilidad de comunicarnos a través del lenguaje. Es posible identificar dos hemisferios cerebrales: uno izquierdo y otro derecho, y operaciones cerebrales diferenciadas, en cada uno de ellos.
A su vez cada uno de ellos, se subdivide en cuatro áreas: anterior o frontal, parietal, temporal y occipital. Los lóbulos parietal y occipital monitorean la información. El hemisferio izquierdo monitorea la información proveniente del exterior y el hemisferio derecho monitorea la información del interior (sentimientos, sensaciones y estados emotivos…); más el aspecto relacional con el entorno. La parte izquierda formulas planes para alcanzar metas en el mundo exterior, mientras que la corteza frontal derecha relaciona lo de afuera con lo de adentro. El hemisferio izquierdo es responsable de actividades que re quieren de mucha habilidad (por ejemplo la lectura); mientras que el hemisferio derecho tiene que ver con las funciones viso espaciales, e incluso con una gran parte de aprendizajes en aritmética.