La docencia, en cualquier nivel, para que sea de alta calidad, debe existir la necesidad y la obligación de estar informado y actualizado e indagar críticamente nuevos conocimientos; requiere plantear problemas y buscar soluciones, proponiendo para ello un método de trabajo que, evidentemente, sea profesional y constituya para el alumno una propuesta para que en el futuro pueda enfrentar otros problemas; es decir, la práctica docente en todo momento debe estremecer a la reflexión. De esta manera, la docencia contiene en sí misma los deberes de la investigación y la difusión. De ninguna manera la docencia puede resultar del sencillo deseo de difundir críticamente lo que otros investigan, como si los productos de la investigación fueran saberes absolutos y finalizados.
2015-03-17