Hoy en día el mundo se encuentra sumergido en un proceso de cambio con implicaciones de profundo alcance para las organizaciones educativas, sobre todo en el área de educación superior. De acuerdo con Allegro (2000), estos cambios están marcados por la crisis en la educación, en cuyo ámbito se tiene que decidir cómo cambiar los paradigmas de formación del profesional docente.
En las comentadas transformaciones se les solicitan indudablemente a los docentes universitarios una preparación adecuada que les permita liderar el proceso de enseñanza respondiendo a las exigencias del entorno social y laboral de los egresados, así como a la necesidad de formarse como instructores en el área de desempeño de sus funciones.