Una actividad de enseñanza o aprendizaje es una táctica que se realiza en un aula de clase para facilitar el conocimiento en los estudiantes. Estas actividades se eligen con el propósito de motivar la intervención de los estudiantes en el proceso de enseñanza o aprendizaje.
Es racional, que el aprendizaje de los estudiantes sea la clave para la selección y uso de un extenso abanico de estrategias de enseñanza. Las actividades de enseñanza o aprendizaje son los medios por las cuales los estudiantes se comprometen a aprender en esferas tanto cognitivas, afectivas, como de conducta o comportamiento. Algunas actividades son más efectivas para estimular el aprendizaje cognitivo mientras que otras parecen alcanzar el nivel afectivo con mayor éxito. Existen otras actividades que afectan la esfera de la conducta con más fuerza. Los docentes desearán conformar las actividades apropiadas al campo de aprendizaje que buscan afectar.
Con esto en mente, se puede decir que una actividad de enseñanza o aprendizaje estimula o compromete a los estudiantes en un campo particular de aprendizaje. Dentro de las categorías de aprendizaje según Cooper (1999), las siguientes son las diferentes esferas en las que se incluyen las actividades de enseñanza o aprendizaje:
1. Esfera cognitiva. Una forma en la que podríamos ordenar las actividades de enseñanza o aprendizaje disponibles para los docentes sería mediante las esferas de aprendizaje. Vamos a considerar la esfera cognitiva. ¿Qué estrategias son más efectivas para estimular el pensamiento? Eso depende del nivel de la transferencia de aprendizaje que esperamos lograr. Para el nivel de aprendizaje mecánico o por repetición, se desean actividades que destacan recordar lo memorizado.
Canciones, rompecabezas, juegos sencillos, acrósticos y otros auxiliares son útiles para recordar. Pero el docente debe entender que estas actividades sólo permiten que el estudiante recuerde información. Recordar información memorizada usando las palabras de un poema, por ejemplo, no es lo mismo que entender el significado de ese poema.
El papel del docente cambia de hablar a guiar y, por lo tanto, las actividades cambian de centrarse en el docente a centrarse en el estudiante. Las actividades dentro de la esfera cognitiva pueden incluir torbellino de ideas, comentarios de grupos pequeños, análisis de estudios de casos, debates, foros, entrevistas, interacción entre estudiantes (comentarios breves en grupos de dos), paneles de discusión, preguntas y respuestas, preguntas provocativas, historias inconclusas (historias que el grupo debe completar), escenificaciones cortas, dramas y conferencias.
Nótese que actividades diferentes demandan niveles diferentes para involucrar a los estudiantes. Por lo general, mientras más se involucran los estudiantes, más alto es el nivel de aprendizaje que se logra. Sin embargo, no es necesario que la participación sea una actividad. Los estudiantes pueden involucrarse en una conferencia bien dada que estimule altos niveles de pensamiento. Algunas actividades, básicamente, proveen información.
Otras, fuerzan a los estudiantes a pensar a través de la información o a resolver un problema con la información. Sólo existen unas cuantas opciones disponibles para los docentes. En breve, examinaré un grupo de criterios para identificar cuál actividad es mejor para su clase, dependiendo de la situación de enseñanza o aprendizaje.
2. El campo afectivo trata con las emociones, valores, actitudes, convicciones y motivaciones humanas. Las actividades que ayudan a un docente a entrar en estas áreas del aprendizaje del estudiante por lo general requieren el uso de la historia. Por ejemplo, muchos docentes utilizan la historia dentro de sus aulas de clase para tratar asuntos del sistema de valores de la sociedad.
Estas historias, en la mayoría de los casos, enseñan lecciones que provocan pensar. En estos casos, la lección requerirá que los estudiantes se hagan un examen de conciencia para entender bien la historia. La meta no es enseñar dando más información acerca de lo que representa ser una persona humilde, sino demostrar la naturaleza del concepto y llevarlo a la realidad. Este puede ser un momento emocionante para los estudiantes.
Las actividades dentro del área afectiva incluyen los estudios de casos, historias, dramas, escenificaciones cortas, escritura creativa, debates y discusiones. Cualquier actividad que vaya más allá de sencillamente llenar la cabeza del estudiante para afectar el corazón se cataloga con propiedad como una actividad dentro de la esfera afectiva Esfera de conducta o comportamiento.
3. La esfera de la conducta o del comportamiento estas actividades ayudan al estudiante a cambiar su conducta, desarrollar una nueva conducta deseable, aprender una habilidad o aumentar una habilidad que ya existe. Típicamente, estas actividades requieren una forma de repetición y refuerzo para tener éxito, porque aprender nuevas conductas o patrones de comportamiento es un proceso que se lleva a cabo gradualmente a través del tiempo. La mayoría de los patrones de conducta y hábitos no cambian instantáneamente. Requieren práctica. Debido a que las conductas se han engranado a través del tiempo, los docentes deben proveer un medio por el cual el estudiante pueda marcar el progreso y encontrar una medida de satisfacción personal y motivación con cada éxito.
Es muy probable que el docente tenga que demostrar la conducta o habilidad que quiere de los estudiantes. Entonces, debe usarse alguna manera de rendir cuentas y refuerzo para motivar el éxito de los estudiantes.
A veces, modificar una conducta se convierte en un asunto de hábito y el refuerzo se hace más intrínseco que extrínseco. Llegado a este punto, el refuerzo se hace innecesario porque la nueva conducta se ha hecho hábito. Sin embargo, no ayudará las veces que se le diga al estudiante: “Debes comportarte bien durante el tiempo del receso”. La conducta no cambia de esa forma, ni tampoco las destrezas se desarrollan por un mandato.
Alguna forma de refuerzo es esencial para motivar la continuidad de la nueva conducta. Los docentes sabios irán más allá de lo verbal para guiar y apoyar los resultados deseados. Este apoyo o refuerzo puede venir de muchas formas, desde premios apropiados hasta el reconocimiento verbal.
Las actividades de conducta incluyen dar el ejemplo, talleres, experimentos, premios, aprendizaje programado, ser aprendiz, compañeros a quien dar cuenta, representar el papel de alguien, reconocimiento público, sesiones prácticas y grupos de apoyo.