La representación del aprendizaje, forma parte de nuestro sentido común y en el caso de los docentes, forma parte de un sentido común pedagógico; es una destreza transmitida de generación en generación. Esto simboliza, que cuando intentamos adquirir nuevos conocimientos sobre lo que es el aprendizaje, esencialmente tendremos presente lo que se ha adquirido con anticipación. Los nuevos conocimientos aparecerán a desmentir o confirmar lo que ya sabíamos.
La comprensión del sentido común, muchas veces, nos imposibilita comprender los nuevos conocimientos en profundidad. El sentido común suele deformar el conocimiento y adaptarlos a los resultados; se trasfiere de boca en boca y no está sumiso a ningún tipo de comprobación. Lo mismo sucede con el sentido común didáctico. La sociología de la educación ha señalado que hay algunos conocimientos pedagógicos, que se comunican de una generación de educadores a otra, no cambian ni con el desarrollo de nuevos conocimientos que los debaten.
Las ideas que se tiene sobre el aprendizaje, y que se siente como parte de nuestras ideas, no son más, que creaciones espontáneas de nosotros mismos. No provienen de las experiencias, sino que fueron aprendidas de manera implícita a partir de nuestro contacto con el mundo de la enseñanza. Los distintos modelos y teorías existentes sobre estilos de aprendizaje lo que nos brindan es un marco conceptual que nos ayuda a entender los comportamientos que se dan diariamente en el aula de clases, cómo se relacionan esos comportamientos con la forma en que se aprende y el tipo de acciones que pueden resultar más eficaces en un momento dado.
En las últimas décadas, se han elaborado todo tipo de teorías y modelos para explicar las diferencias en la forma de aprender. Pero, de todas esas teorías y modelos ¿Cuál será la mejor?
La respuesta correcta es que todas y ninguna. La palabra aprendizaje, es un término muy amplio que abarca distintos períodos de un mismo y complejo proceso. Cada uno de los modelos y teorías existentes se enfocan en el aprendizaje desde un ángulo distinto. Cuando se contempla la totalidad del proceso de enseñanza–aprendizaje se percibe que esas teorías y modelos aparentemente contradictorios entre sí no lo son tanto e incluso que se complementan.
Una posible manera de entender las distintas teorías es el siguiente modelo en tres pasos:
1. El aprendizaje parte siempre de la recepción de algún tipo de información.
2. La información que seleccionamos la tenemos que organizar y relacionar.
3. Una vez organizada esa información la utilizamos de una manera o de otra.
En síntesis, esta separación en fases es simulada, en la práctica esos tres procesos se involucran entre sí y están estrechamente relacionados. El hecho de tener seleccionada la información visual no podemos, entender el estilo de aprendizaje de alguien si no le prestamos atención a todos los aspectos.