La ética es un sistema de principios morales. Afectan la forma en que las personas toman decisiones y llevan sus vidas. La ética se refiere, a lo que es bueno para los individuos y la sociedad y también se describe como filosofía moral.
El término se deriva de la palabra griega ethos que puede significar costumbre, hábito, carácter o disposición. La ética cubre los siguientes dilemas:
- Cómo vivir una buena vida.
- Nuestros derechos y responsabilidades.
- El lenguaje de lo correcto y lo incorrecto.
- Decisiones morales: ¿qué es bueno y malo?
Nuestros conceptos de ética se han derivado de religiones, filosofías y culturas. Infunden debates sobre temas como el aborto, los derechos humanos y la conducta profesional. Los filósofos hoy en día tienden a dividir las teorías éticas en tres áreas: metaética, ética normativa y ética aplicada.
1. La meta-ética se refiere a la naturaleza del juicio moral. Mira los orígenes y el significado de los principios éticos.
2. La ética normativa se refiere al contenido del juicio moral y al criterio de lo que está bien o mal.
3. La ética aplicada aborda temas controvertidos como la guerra, los derechos de los animales y la pena capital.
Si las teorías éticas han de ser útiles en la práctica, deben afectar la forma en que los seres humanos se comportan. Algunos filósofos piensan que la ética sí lo hace. Argumentan que, si una persona se da cuenta de que sería moralmente bueno hacer algo, sería irracional que esa persona no lo hiciera.
Pero, los seres humanos a menudo se comportan de manera irracional: siguen su «instinto instintivo» incluso cuando su cabeza sugiere un curso de acción diferente. Sin embargo, la ética proporciona buenas herramientas para pensar en cuestiones morales.
No obstante, existen otras forma de abordar estos problemas, y es ahí donde pueden entrar los filósofos: nos ofrecen reglas y principios éticos que nos permiten tener una visión más fresca de los problemas morales. Entonces, la ética nos proporciona un mapa moral, un marco que podemos usar para encontrar nuestro camino a través de cuestiones difíciles.
Usando el marco de la ética, dos personas que discuten un tema moral a menudo pueden descubrir que lo que están en desacuerdo es solo una parte particular del problema, y que están ampliamente de acuerdo en todo lo demás. Eso puede sacarle mucho partido a la discusión y, a veces, incluso darles una pista para que resuelvan su problema. Pero, a veces la ética no brinda a las personas el tipo de ayuda que realmente desean.
- La ética no da respuestas correctas
- La ética no siempre muestra la respuesta correcta a los problemas morales.
De hecho, cada vez más personas piensan que para muchos problemas éticos no existe una única respuesta correcta: solo un conjunto de principios que se pueden aplicar a casos particulares para darles a los involucrados algunas opciones claras. Algunos filósofos van más allá y dicen que lo único que puede hacer una ética es eliminar la confusión y aclarar los problemas. Después de eso, depende de cada individuo llegar a sus propias conclusiones.
En síntesis, muchas personas quieren que haya una sola respuesta correcta a las preguntas éticas. Consideran que la ambigüedad moral es difícil de vivir porque genuinamente quieren hacer lo «correcto», y aunque no puedan entender qué es lo correcto, les gusta la idea de que «en alguna parte» haya una respuesta correcta. A menudo, no existe una respuesta correcta, puede haber varias respuestas correctas, o solo algunas menos respuestas, y el individuo debe elegir entre ellas. Para otros, la ambigüedad moral es difícil porque los obliga a asumir la responsabilidad de sus propias elecciones y acciones, en lugar de recurrir a reglas y costumbres convenientes.