Actualmente, en el ámbito educativo se reflexiona sobre la pedagogía, en lo referente a los modelos, métodos, técnicas y estrategias de la enseñanza en los diferentes niveles educativos; así como también el currículo educativo y evaluación del aprendizaje. Antes de la pandemia el objetivo de la capacitación estuvo orientada a la formación y preparación permanente del docente con la finalidad de conocer las nuevas técnicas y herramientas para el mejoramiento de su quehacer pedagógico. No obstante, no son muchas las instituciones educativas que se han comprometido en lograr que los profesionales en tiempo de confinamiento pongan en práctica esto conocimientos adquiridos.
Por lo tanto, el paso fundamental para que se alcance el éxito, es reconocer con mayor énfasis el compromiso que la docencia con la construcción de una mejor sociedad, lo que implica asumir al educador no solo como un actor que domina y transmite conocimientos sino como un intelectual orgánico que se fundamenta en principios fundamentales que asume la pedagogía, tal como lo señala el autor Vela (2018): Aprender a Conocer, Aprender a Hacer, Aprender a Vivir Juntos, Aprender a Emprender y Aprender a Ser.
Por ello, es pertinente señalar que la educación digital predomina la pedagogía tecnológica, la cual se enfoca en los siguientes aspectos:
- La metodología que da origen a la pedagogía didáctica.
- La estructura que constituye el sistema educativo.
- Pedagogía descriptiva.
- Pedagogía psicológica.
- Pedagogía experimental.
- Psicología y antropología.
La pedagogía tecnológica en el momento actual exige que las técnicas pedagógicas se fundamenten en conocimiento científico. El objetivo de esta pedagogía es el aprendizaje de los estudiantes apoyada en las didácticas y en las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC).
En síntesis, se debe subrayar que la finalidad de las disciplinas tecnológicas en la educación es instrumental y como tal, esta sujeta a los fines de la educación. Por ende, educar es adaptar al estudiante a la sociedad actual en función del conjunto de las realidades socioculturales a las que la sociedad atribuye un cierto valor.