Algunas familias, habituadas a la escuela tradicional, manejan la educación en casa de la misma manera como la enseñanza que conocen desde la institución educativa, compran libros escolares según el grado que corresponde a sus hijos según su edad, les dictan clases y avanzan en los libros de manera sistemática y planificada.
Existen muchas razones a favor de la educación en el hogar. Aludiremos aquellas que nos parecen las más importantes, y las clasificamos por: razones pedagógicas, psicológicas e históricas.
Razones pedagógicas:
- Para brindar a los hijos atención individual y monitoreo personal.
- Para brindarles una educación de acuerdo a sus características, intereses y necesidades personales.
- Para que los hijos se conviertan en personas libres y responsables, teniendo libertad de elección en su propio aprendizaje.
- Para poder ser un buen ejemplo para ellos, y protegerlos de los malos ejemplos que encontrarán en la escuela.
- La convivencia de niños de diferentes edades les enseña a valorar la diversidad.
Razones psicológicas:
- Para educar a los niños con amor y comprensión, en vez de entregarlos a personas que los enseñan solamente para ganarse la vida.
- Para evitar los traumas que ocurren cuando los niños son separados de sus padres a una edad demasiado temprana.
- Para protegerlos del maltrato que pueden sufrir en la escuela.
Razones históricas:
- Porque la educación en casa era el modelo educativo normal, y el más exitoso, durante toda la historia hasta el siglo XIX.
- Porque en las culturas antiguas, la educación estatal de los niños era el comienzo del quebrantamiento de la cultura.
- Porque muchos personajes famosos del pasado y del presente recibieron los fundamentos de su educación y de su ingenio en casa.
La educación en el hogar, es lo mejor para su familia, si:
- Ama a sus hijos lo suficiente para pasar mucho tiempo con ellos.
- Tiene suficiente dedicación para crear actividades interesantes para sus hijos, buscar informaciones al respecto, y ser innovativo.
- Está dispuesto a convertirse nuevamente en un aprendedor, y a aprender, explorar y crecer junto con sus hijos.
- Valora el bienestar de sus hijos más que el «seguir la corriente».
- Está lo suficientemente convencido de este camino para hacer frente a las críticas que seguramente le llegarán de parte de familiares, vecinos, profesores, u otras personas.
Por otro lado, el nivel educativo de los padres no tiene mucho que ver con su capacidad de educar a sus hijos. Investigaciones encontraron que, sorprendentemente, aun padres sin educación secundaria completa hicieron una mejor labor educando a sus hijos en casa, que si hubieran enviado a sus hijos a una institución educativa.
No es entonces el nivel educativo que hace la diferencia, pero si la dedicación de los padres, y su amor por sus hijos.