Es muy probable que la aumentada carga de información podría mejorar nuestras habilidades cognitivas al expandir la memoria de trabajo para procesarla, y mejorar a función de la inteligencia fluida, que es la que usamos para hacer conexiones neuronales. La multitarea nos está llevando a un Efecto de James Flynn, en el que las nuevas generaciones aumentarán su coeficiente intelectual.
Para Maggie Jackson la atención, que es una habilidad cognitiva con raíces neurobiológicas, está entrando en erosión por efectos de la sobrecarga, la alta velocidad, la multitarea, en una sociedad “cibercéntrica” con la corriente sin fin de llamadas por celulares, mails, SMS, twitter, llevando a una “cultura de la interrupción” lo que no contribuye a la concentración y cambando el escenario en el que debe distribuirse la atención.
“Prestemos atención a nuestra atención y seamos conscientes de cómo la usamos” (Romero Galván).
La memoria de procesar, codificar, almacenar y evocar información, así como buscar eventos de nuestro pasado psíquico. Se realizan varios pasos:
- La codificación y registro de información, los que están relacionados con la capacidad atencional para que se dé el proceso de aprendizaje y cada uno de estos pasos se relaciona con un área neuroanatómica, la visual y la auditiva;
- El segundo proceso es el almacenamiento: análisis de la información según el estímulo y se lo vincula al hipocampo, centro integrador de información, así como con la corteza;
- Y un tercer proceso, la evocación: capacidad de utilizar la información, vinculada con corteza prefrontal.
Existen diferentes tipos de memoria:
- Sensorial o inmediata: limitada a lo que puede recordarse mientras se mantiene la atención sobre lo percibido, almacenamiento inicial y momentáneo de la información que nos llega a través de los sentidos, registros sensoriales, como un trueno, un relámpago, una clase dictada por un profesor y que presenta figuras y esquemas muy brevemente. Registra y almacena en una duración de milisegundos los estímulos sensoriales visuales, auditivos y kinéticos.
- A corto plazo: es más duradera que la anterior pudiendo extenderse por pocos minutos, permite mantener activa la información actual que hace a la resolución de la situación conjuntamente con otra que guardamos en bancos de memoria, o puede des aparecer si es interrumpida y por ser limitada en el tiempo no puede retenerse más que 7 dígitos (7+/- 2, unidades de atención.
- Intermedia: entre memoria a corto y largo plazo, estudiar para un examen, si no se repite se pierde.
- A largo plazo o secundaria: su duración es de meses a años, produciendo cambios estructurales en el cerebro y entre la que tenemos: según Anderson, declarativa o explícita, contiene información evocada, tiene que ver con conocimientos de idiomas, ubicación de cosas en el espacio, consiste en la información que está explícitamente almacenada y recuperada. En ésta coexisten dos sistemas diferentes de almacenamiento: Episódica: recuerda hechos y datos personales, estado mental del momento en que ocurrieron estos hechos y la segunda Semántica: es un archivo de conocimientos conceptuales a largo plazo es la implícita o procedimental, que es una memoria de aprendizaje, de habilidades motoras o de acción, guarda esquemas implicados en procedimientos que se realizan automáticamente sin intervenir la conciencia.
Hay diferentes tipos de aprendizaje:
- Implícito o emocional, que es automático, sin gasto de energía, atención no selectiva, no nos damos cuenta que aprendemos;
- Explícito o cognitivo, que es voluntario, con importante gasto energético, atención selectiva y sostenida consciente, intelectual, dirigido al mundo exterior, educación.
La primera es muy fácil de recordar y difícil de olvidar, en cambio la segunda es difícil de recordar y fácil de olvidar. Solo 20% llega a la etapa de almacenamiento a largo plazo, es el porcentaje que nos puede quedar al escuchar una clase, que sigue siendo el método más usado pero el menos beneficioso para la retención de conocimientos. Para aumentar la retención debemos recurrir a otros métodos: la participación activa (prácticas) y enseñando a otros es como mejor aprendemos (90%).
Hay factores que limitan lo que aprendemos:
- Biología de cada cerebro individual.
- Experiencia de vida personal y de otras personas.
- Secuencia de acontecimientos involucrados en la transmisión en una sinapsis.
- Contexto seleccionado: enriquecido o empobrecido.
- Lo que nos gusta aprender está genéticamente determinado.
Estos factores determinan las preferencias y aversiones que todos tenemos con respecto a las diferentes cosas que podemos aprender.
Se debe adaptar el aprendizaje a la capacidad del cerebro que lo está recibiendo y se deben conocer los factores que lo facilitan:
- Estar en estado emocional positivo, equilibrio emocional.
- En un medio ambiente enriquecido y fraterno.
- Encontrarle sentido a lo que se aprende.
El docente debe ser un amigo instruido y estar en la etapa de consciente capacitado, lo que equivale a 25.000 horas de aprendizaje, en lo que incide el medio ambiente y la genética.
El aprendizaje es el concepto principal de la educación y ésta es el “proceso de transferencia de conocimientos de un cerebro más informado a otro más desinformado en un determinado tema”.
La educación debe cambiar de un modelo conductista a otro “compatible con el cerebro”, aprender va más allá de un simple cambio de conducta (teoría conductista: Watson, Skinner), conduce a un cambio del significado de la experiencia, cambio en el paradigma enseñanza-aprendizaje conociendo previamente cómo aprende el cerebro, creando una atmósfera de alerta relajada, con bajas amenazas ya que éstas inhiben el aprendizaje y con un alto desafío.
Los mecanismos que gobiernan el aprendizaje y enseñanza como son la emoción, el interés, la atención, el pensamiento y la memoria, pueden hasta ahora ser desconocidos por los docentes de las diferentes disciplinas, ellos tratan de estimular la neuroplasticidad cuando enseñan, tratan de cambiar el cerebro del educando cada día, pero mientras más en la sociedad y obtener así el resultado final de su formación.
Cada uno de nosotros somos diferentes y procesamos la información, ingresada por los cinco sentidos, en forma diferente. Ya Vigotsky decía cómo incidía la cultura y la sociedad, si lo que nos enseñan tiene una secuencia lógica, como afirmaba Ausubel y se relaciona con las características de la edad, nuestros intereses y medios en la que nos desenvolvemos, los nuevos aprendizajes cobrarán sentido para nosotros, y habrás logrado como docente que el aprendizaje traspase más allá del salón de clase.
Si los docentes conocen cómo aprendemos, podrán diseñar mejores currículos, concebir mejores estrategias instructivas, aumentar la inteligencia emocional, mejorar la capacidad de retener información y el aprovechamiento académico.