A un año y medio de pandemia, en el Medio Oriente se inician las clases presenciales. Pero ¿los estudiantes se adaptarán a las actividades offline? siendo necesario reflexionar este contexto, el docente debe evaluar e incorporar nuevas propuestas curriculares adaptadas al contexto actual y modelos de mediación educativa que envuelvan un fortalecimiento oportuno adecuado en las instituciones educativas como experiencias de conocimientos que impacten a través de la tecnología.
En el 2017 se produjo un gran salto: el 4G. El cual, facilitó la conexión a internet en una importante cantidad de aulas. No obstante, fueron muchos los docentes que no poseían competencias tecnológicas para aprovechar estas herramientas o por no poseer conexión que les dificultaba su innovación en el aula. El diciembre 2019 con la pandemia todo esto cambió, los docentes innovaron su quehacer pedagógico, reforzaron sus competencias tecnológicas, aprendieron a utilizar herramientas y todo esto hizo que la educación se fortaleciera y los estudiantes fortalecieron sus competencias para el futuro.
Todos estos sucesos pasando a la velocidad de la luz, la pandemia permitió que los docentes y estudiantes logran incorporar herramientas tecnológicas a su vida profesional y cotidiana casi sin darse cuenta. Por nombrar algunos ejemplos: utilizan con más frecuencia WhatsApp, Facebook, Instagram, Twitter, correo electrónico, entre otros., que funcionan bajo una conexión a internet. Algo que parece obvio para muchos que para otros no, ejemplo cuando responden a través de WhatsApp: “profe yo no tengo internet en mi casa, no puedo entrar a la plataforma, sólo tengo Facebook”.
Este contexto educativo tecnológico digital no es nuevo, desde hace años se trabajaba bajo un modelo teórico de 1 a 1 (una computadora por estudiante) que en la Latinoamérica no se llegó a desarrollar pedagógicamente en forma masiva. Al contrario de este lado del mundo, en el Medio Oriente desde hace 4 años las instituciones educativas comenzaron a trabajar bajo el paradigma tecnológico. Por ello, cuando inició la pandemia los estudiantes y docentes no vieron muchos tropiezos o dificultades en el aula virtual.
Hoy a una semana de iniciar las actividades, los estudiantes se encuentra desmotivado por múltiples dificultades derivadas por las nuevas actividades impulsadas por docentes. Los educandos exclaman: “hagamos las actividades a través de la plataforma, estar sentado en un salón es aburrido”. Ahora, cabe señalar lo que hace varios años comentamos en nuestro blog, “la educación digital llegó para quedarse. Las clases no serán las mismas que antes, porque ya los docentes y estudiantes se empoderaron”.
En síntesis, el ejercicio competitivo de la educación puede transformar a los estudiantes. Sea para bien o para mal, jugar con la ilusión en una persona con respecto al rol que juega en la sociedad y con la eficacia de sus esfuerzos en los procesos de integración tecnológica puede traer serias repercusiones en el rendimiento académico. No se puede volver atrás cuando el conocimiento y competencias han sido adquiridas en base a una sociedad competente, se deben seguir innovando.