La educación del hombre moderno está siendo considerada en un gran número de países, como problema de gran dificultad, y en todos sin excepción como labor de la más alta importancia. Constituye un tema fundamental, de amplitud universal, para todos los hombres que se preocupan de mejorar el mundo de hoy y de preparar el del mañana.
En todos los países donde existe un sistema educativo tradicional largamente experimentado, y del que se pensaba que alcanzaría con aportarle de cuando en cuando algunos pequeños perfeccionamientos, algunas adaptaciones semiautomáticas, este sistema suscita un desprendimiento de críticas y de sugerencias.