La educación paralela fue propuesta en 1966 por Friedmann, para describir al ascendente educativo, de los estímulos que reciben los estudiantes, esencialmente aquellos que asisten a través de los medios de comunicación. A partir de esta propuesta se desarrolla la idea de que el medio educa y los medios de comunicación son una escuela paralela.
Luego, un período más tarde, el autor Porcher amplía este concepto expresando que “La escuela paralela constituye el conjunto de las vías mediante las cuales, y al margen de la institución educativa, llegan hasta los estudiantes (y a quienes no lo son), las informaciones, los conocimientos y cierta formación cultural, correspondiente a los más variados campos”. Y sustenta, que esos nuevos canales de educación, no controlados por los docentes, llegan a los estudiantes en forma constante y masiva, por lo cual es importante saber si la institución educativa y la escuela paralela van a ignorarse, a comportarse como adversarias, o a aliarse.
Y en 1988, el autor Diéguez expresaba, que la “Comunicación y enseñanza son parte de una misma realidad. Una realidad que supone la inclusión del concepto de enseñanza en el más amplio de comunicación. Enseñar es siempre comunicar, pero no siempre la comunicación es enseñanza”.
El mundo actual, denominada sociedad de la información o sociedad del conocimiento, plantea nuevos retos a la educación, la cual no pueden seguir coexistiendo del modo tradicional separada de la comunicación. En este contexto, la enseñanza se encuentra frente a profundos desafíos, pues su función es preparar a las personas para vivir en sociedad, y como esta cambia constantemente, igualmente, debe cambiar la educación para que siga cumpliendo su función. Además, como los cambios sociales están relacionados, básicamente, con la generación y difusión de información y conocimientos, centro del mundo de la educación, es necesario que la institución educativa aproveche e incorpore cada vez más, los aportes de los medios de comunicación.
Aunque sin dejar de considerar lo que dicen Tornero y De Fonseca, que una institución educativa, es una entidad que comunica, transmite y proporciona orientaciones, códigos y lenguajes. Mientras, que un medio de comunicación es un sistema que conduce el saber de su propio público y que, además, ejerce tal grado de influencia, especialmente en los más jóvenes, que su acción puede denominarse educativa informal.
La responsabilidad con la educación requiere hoy más que antes una apuesta por el cambio, lo cual no es posible si se ignoran los medios de comunicación. El tiempo que les dedica, obviamente aumenta su campo de influencia y su potencialidad formativa, por lo cual hay que considerar el gran aporte que significa la educacion paralela en la construcción de aprendizajes.
Las nuevas tecnologías constituyen una gran ayuda para las asignaciones educativas, pero al mismo tiempo generan dificultades para administradores y docentes que hay que considerar, ya que supone cambiar hábitos, aprender nuevas habilidades técnicas para manejar nuevos aparatos, y romper esquemas tradicionales.
La escuela paralela y la institución educativa coexisten de manera sólida y ambas aportan a la formación de los estudiantes, cada una desde su espacio y responsabilidad. Por eso, las instituciones educativas de cualquier nivel deben afrontar la integración de los nuevos instrumentos tecnológicos, si quieren avanzar hacia el cambio imparable que requiere la educación en la sociedad digitalizada de esta década.