La gran variedad de teorías y modelos cognitivos de la motivación existentes, hoy día, enfatizan que las percepciones sobre uno mismo son determinantes de la conducta de rendimiento. Todas ellas expresan las correlaciones entre cogniciones acerca de las causas de los resultados, creencias de control y eficacia, pensamientos sobre las metas que se desean alcanzar y las reacciones emocionales que tales cogniciones generan.
El modelo de aprendizaje autorregulado, resaltado por los autores cognitivos del procesamiento de la información, aunque también desde otras perspectivas, constituye un nuevo avance y un importante acercamiento al estudio del logro académico de los estudiantes. Esta concepción parte de la teoría del aprendizaje social, centrando su atención en cómo el estudiante por sí mismo activan, modifican y mantienen sus prácticas de aprendizaje en contextos específicos, desplazando el centro de los análisis educativos, desde la concepción de la capacidad del estudiante y los ambientes de aprendizaje como entidades fijas, a sus procesos y acciones personalmente iniciados y diseñados para aumentar su capacidad-habilidad y entorno de aprendizaje.
Por ende, puede considerarse autorreguladores a los educandos en la medida en que son:
1. Cognitiva-metacognitivamente: son capaces de tomar decisiones que regulan la selección y uso de las diferentes formas de conocimiento: planificando, organizando, instruyendo, controlando y evaluando.
2. Motivacionalmente: son capaces de tener gran autoeficacia, autoatribuciones y gran interés intrínseco en la tarea, destacando un extraordinario esfuerzo y persistencia durante el aprendizaje.
3. Conductualmente: son capaces de seleccionar, estructurar y crear entornos para optimizar el aprendizaje, buscando consejos, información y lugares donde puedan ver favorecido su aprendizaje.
En síntesis, un aprendiz efectivo es aquel que llega a ser consciente de las relaciones funcionales entre sus patrones de pensamiento, acción y los resultados socio-ambientales; es decir, cuando se siente gerente de su comportamiento, estando automotivado, usando estrategias de aprendizaje para lograr resultados académicos deseados, autodirigiendo la efectividad de su aprendizaje, evaluándolo y retroalimentándolo.