Las computadoras pueden ser usadas para ayudar a resolver problemas. Sin embargo, antes de poder abordar un problema, es necesario comprender el problema en sí y las formas en que podría resolverse.
El pensamiento computacional nos permite tomar un problema complejo, entender cuál es el problema y desarrollar posibles soluciones. Luego podemos presentar estas soluciones de manera que una computadora, un humano o ambos puedan entender.
Los cuatro pilares del pensamiento computacional son:
1. Descomposición: descomponer un problema o sistema complejo en partes más pequeñas y manejables.
2. Reconocimiento de patrones: buscando similitudes entre y dentro de los problemas
3. Abstracción: centrándose solo en la información importante, ignorando detalles irrelevantes
4. Algoritmos: desarrollar una solución paso a paso para el problema, o las reglas a seguir para resolver el problema
Cada piedra angular es tan importante como las otras. La aplicación correcta de las cuatro técnicas ayudará a programar una computadora. Un problema complejo es uno que, a primera vista, no sabemos cómo resolverlo fácilmente.
El pensamiento computacional implica tomar ese problema complejo y descomponerlo en una serie de problemas pequeños y más manejables (descomposición). Cada uno de estos problemas más pequeños se puede analizar individualmente, considerando cómo se resolvieron problemas similares anteriormente (reconocimiento de patrones) y centrándose solo en los detalles importantes, mientras se ignora la información irrelevante (abstracción).
En síntesis, pensar computacionalmente no es programación. Ni siquiera es pensar como una computadora, como las computadoras no piensan y no pueden pensar. En pocas palabras, la programación le dice a una computadora qué hacer y cómo hacerlo. El pensamiento computacional le permite averiguar exactamente qué decirle a la computadora que haga.