Actualmente, el confinamiento ha permitido reflexionar sobre el uso de la tecnología en el ámbito educativo. La implementación de la tecnología en los espacios educativos puede motivar a los estudiantes, para alcanzar el aprendizaje significativo. Por lo tanto, cuando el estudiante disfruta y se siente motivado es una gran ventaja ya que puede mejorar la comprensión y la habilidad del conocimiento.
La incorporación de estas tecnologías a la enseñanza y aprendizaje se ha convertido en un componente importante el uso de los Entornos Virtuales de Aprendizaje apoya a los procesos mentales de los estudiantes, porque le facilita datos para contrastar puntos de vista, probar hipótesis, entornos colaborativos, articulación y conocimientos. Es decir, la tecnología potencias a las capacidades mentales: discernimiento, curiosidad, aprendizaje, comunicación, perspicacia y reflexión. Por lo tanto, todas estas capacidades son requerida para un mejor desempeño, que son necesarias en pensamiento crítico.
Para el autor Betancourth (2012), la ampliación critica del estudiante requiere de la armonía de los conceptos, puntos de vista, valores y métodos de estudio. La relevancia del pensamiento crítico ha sido señalada durante varios años. El pensamiento crítico considera algunas destrezas y cualidades que se desarrollan de acuerdo con cuatro categorías: “la conceptuación u organización de la información, el razonamiento, la traducción y la investigación” (Lipman, 1998). Por lo cual, los estudiantes con juicios críticos pueden alcanzar la objetividad de sus propios errores, autocorrección y pensamiento flexible.
Existen dos entornos que admiten evaluar el pensamiento crítico de los estudiantes en los ambientes tecnológicos-educativos y son: El primero el analítico, porque hace referencia a la capacidad de interpretar y evaluar los símbolos de utilizados en mensajería instantánea; el segundo es la expresión, ya que permite comprender la capacidad de elegir los estilos de comunicación. Por lo tanto, esta evaluación permite al docente determinar e impulsar el pensamiento crítico en la educación digital. Un estudiante crítico, será un profesional que generará proyectos en cualquier ámbito en el que interactúe, por su poder de decisión.
En síntesis, la figura del docente como orientador del aprendizaje, debe guiar el trabajo dentro y fuera del aula. Por ende, el estudiante debe tener el compromiso de desarrollar un pensamiento crítico de los conceptos que se trabajan en el aula y debe conocer que la orientación de su búsqueda marchará en pos de una construcción favorable del conocimiento.