Hoy en dia, las instituciones educativas están presentando grandes desafíos. Para los docentes es natural entrar en un patrón donde simplemente se reacciona a cada desafío. A veces esto funciona, pero cuando aumenta el volumen, las reacciones se tornan menos reflexivas y pueden potencialmente crear problemas adicionales. Ir más allá de esta tendencia muy humana, admite crear sistemas para anticipar desafíos y responder a los elementos esenciales tales como: enseñar y liderar con éxito.
En el 2021, los docentes y líderes escolares estarán en la primera línea, administrando los fondos y cambios de políticas que afectarían directamente a los estudiantes. El liderazgo de arriba hacia abajo se ha quedado corto en circunstancias normales, será aún más corto durante tiempos de confinamiento. Para sobrevivir, las instituciones educativas deben crear estructuras que posicionen a todos, especialmente a los docentes, para responder de manera reflexiva, decidida y rápida a situaciones arduas. Cuando existan tales estructuras, los educandos empoderados aquellos que son apoyados por administradores, estarán dispuestos y podrán continuar su labor significativa con los estudiantes, a medida que aumenten los desafíos.
Las instituciones educativas del presente deben contar con procesos sostenibles para que el equipo docente comparta sus ideas, planteen preguntas e inquietudes, obtengan apoyo de colegas y emprendan acciones colectivas para responder a las necesidades de los estudiantes. En otras palabras, un sistema sostenible donde se puedan realizar cambios significativos dentro de él, mientras el marco permanece intacto. Los líderes docentes pueden cambiar los problemas en cuestión, pero los procesos siguen siendo consistentes.
El uso de protocolos para guiar la colaboración en equipo puede ser el adhesivo que mantiene todo unido, la mayoría difieren de las agendas creadas para una reunión o taller específico. Son los procesos de comunicación que tienen un propósito establecido, como compartir un dilema u observar el trabajo de los estudiantes en conjunto y pueden aplicarse a cualquier situación con ese objetivo común. Aunque cada uno es diferente, todos los protocolos de discusión efectivos hacen lo siguiente:
- Tener voz.
- Ir más despacio.
- Reflexión.
- Proporcionar estructura.
- Aplanar jerarquías.
En síntesis, al trabajar en un entorno estructurado y flexible, los docentes se sentirán más energizado y apoyado, listo para responder a cualquier cambio que surja. Establecer condiciones es crucial si se desea que los educadores estén preparados para el futuro. En el 2019, muchas instituciones se cuestionaban ¿cómo debían planificar para el 2020? todas estas agendas cayeron por la pandemia. Ahora, todos se preguntan ¿cómo crear estructuras sólidas para sobrevivir a los desafíos de la era digital? Ahora, les preguntamos nosotros Docentes 2.0 ¿Están listos para adaptarse, luchar cuando sea necesario y mantenerse enfocado en lo más importa? Las instituciones que no migraron por uno u otra razón deben empoderarse para sobrevivir.
«La tecnología llego para quedarse, aquel que le teme simplemente no existirá en el ecosistema digital» Mujicas (2021).