En la actualidad la labor docente es más compleja que la de hace pocas décadas, lo que hace necesario replantearse con seriedad qué papel ha de representar el docente y cómo se le puede ayudar. Y para ello es necesario favorecer su estabilidad laboral, mejorar su formación, incrementar su sueldo, estrechar la colaboración entre la institución y familia, y dedicar más recursos a la enseñanza. Pero también es preciso mejorar la imagen social del docente e incorporar esfuerzos entre las instituciones para que los docentes no se sientan solos ante los numerosos desafíos que entraña la tarea de educar.
Para ello es necesario que la educación empiece desde casa, el fomento de valores relacionados con el respeto, la igualdad, la solidaridad, el trabajo en equipo dentro del hogar debe estar en consonancia con los valores trabajados en las aulas. Todo esto, es una de las pequeñas iniciativas por donde se debe comenzar pero el camino es muy largo y todos debemos ayudar a corregir estas situaciones, ya que de esta manera desarrollaremos una enseñanza de calidad y tanto los estudiantes y docentes se verán beneficiados por ello.
Las encuestas reflejan que las percepciones positivas y negativas que experimentan los docentes en los años de servicio desempeñan un importante papel en el desarrollo de su actividad profesional. A continuación vamos a enumerar algunos aspectos que se relacionan con las sensaciones de
satisfacción o de estrés en la profesión docente:• Aspectos que producen satisfacción:
- Trabajar con los estudiantes creando una buena relación. Ayuda individual.
- Observar que los estudiantes muestran interés y que puedan logran los objetivos educativos.
- Mantener interacciones positivas con los colegas.
- Disponer de un ambiente adecuado para el crecimiento personal.
- Implicarse en las actividades extraescolares de la institución.
- Desarrollar el currículo y enseñar la materia de forma adecuada.
- Obtener un adecuado “realimentación” de los estudiantes a fin de curso.
- Excesivas asignaciones en tiempo limitado o temas que no terminan nunca.
- Atención a problemas de disciplina y convivencia en el aula de clases.
- Escasa motivación en los estudiantes y actitudes negativas.
- Falta de apoyo en los compañeros, padres, administrativo, etc.
- Falta de ayuda o de colaboración.
- Falta de seguridad ante los retos docentes y los problemas del aula.
- Órdenes ministeriales que cambian el currículo.



