De acuerdo con el autor Hattie (2009) la retroalimentación formativa debe ser descriptiva. Por lo tanto, el objetivo de la retroalimentación es señalar las fortalezas y debilidades observadas en la labor de los estudiantes, para poder consolidar el proceso de aprendizaje significativo, y, para ello, este proceso debe ser constructiva, oportunamente comunicada, siempre creíble y genuina. La retroalimentación radica en una respuesta verbal, escrita o gestual por parte del docente en correlación con la personalidad, proceso, actividad, contenido y resultados de un estudiante.
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