Existen muchas maneras en que los docentes pueden fomentar el comportamiento emocionalmente inteligente en sus estudiantes. En el aprendizaje social y emocional o inteligencia emocional, la mayoría de la persona entiende que es muy importante prestar atención al desarrollo integral de la persona joven, incluyendo la educación del carácter.
Los padres tienen un doble rol en la crianza de sus hijos, esto consiste en ser respetuoso, saber cómo manejar sus emociones, tomar decisiones responsables y resolver los conflictos de forma no violenta. Es importante recordar que el modelado del comportamiento de «inteligencia emocional» en casa, es el primer paso para educar a los niños emocionalmente inteligentes. En las instituciones educativas, se puede trabajar con otros miembros de la comunidad escolar para crear un clima que apoye el aprendizaje social y emocional dentro y fuera del aula.
A continuación, listaremos algunas estrategias en el aula:
Investigar los esfuerzos: Tener en cuenta que los programas toman muchas formas y son llamados por muchos nombres, incluyendo la educación del carácter, liderazgo, resolución de conflictos o mediación entre pares. Pregúntele acerca de las actividades y programas en cada una de estas áreas clave.
Organizar a los oradores: Trabaje con la organización de padres de su escuela para identificar a los expertos dentro de su comunidad que puedan hablar a los padres y docentes sobre estrategias emocionalmente inteligentes.
Involúcrese: Considere ofrecerse como voluntario para hacer parte de un comité de la escuela o distrito escolar, responsable de supervisar la ejecución de programas de apoyo para el aprendizaje social y emocional.
Celebrar la diversidad: Trabaje con otros padres y con el personal de la institución para organizar programas y eventos para celebrar y honrar a las muchas culturas en su comunidad escolar.
Comience la discusión: Si la institución educativa no tiene ningún programa sobre el aprendizaje social y emocional, trabaje con otras personas en su escuela y otros miembros de su comunidad para crear y asesorar el Aprendizaje Académico, Social y Emocional, es decir, crear una «red de apoyo».
En síntesis, la transformación social producto del auge de las nuevas tecnologías, la globalización y un mayor conocimiento sobre lo que somos, generan la necesidad de desarrollar nuevas competencias que le permitan al individuo adaptarse con éxito a los cambios vertiginosos y a la diversidad. Los procesos de aprendizaje social y emocional pueden aportar una importante contribución a las personas para tomar las riendas de sus vidas y encontrar su equilibrio personal.