De una manera u otra, hablar acerca de los desafíos que hoy en día deben enfrentar las instituciones educativas en cuanto a los cambios de la gerencia, es una posibilidad que le sirve a los centros educativos, para lograr sólidos resultados prácticos que ayudan a una labor planificada, dinámica y con espíritu de cambio.
Se debe reflexionar que la gerencia siempre debe desenvolverse con una política de dirección abierta, es decir, la dirección abierta significa de acuerdo al autor Matsushita, la confianza en los empleados, comunicación fácil dentro de la empresa, alta moral de los trabajadores y, sobre todo, solidaridad empresarial. La primicia de la dirección abierta se aplica asimismo al nivel de división, debido a que el jefe de grupo deberá exponer claramente su política y los objetivos a corto y largo alcance a los que se espera que aspiren todos.
En el ámbito de la docencia, se suele hablar con frecuencia de gerencia, gerente, gerencial, pero no siempre con la oportuna precisión del significado. El término gerencia tiene una evolución constante. De acuerdo con el autor Manes, el gerenciamiento institucional educativo es el: «Proceso de conducción de una institución educativa por medio del ejercicio de un conjunto de habilidades directivas orientadas a planificar, organizar, coordinar y evaluar la gestión estratégica de aquellas actividades necesarias para alcanzar eficacia pedagógica, eficiencia administrativa, efectividad comunitaria y trascendencia cultural.» Como se puede apreciar, la gestión pedagógica y la gestión administrativa se programan para vincularse con la comunidad, con una dimensión cultural que debe alcanzar frutos duraderos en las personas y en los grupos humanos.
Es importante que el Gerente educacional considere estas interrogantes, al momento de conducir su institución.
1. ¿Qué debo hacer?, definir los OBJETIVOS.
2. ¿Qué cantidad debo hacer?, debe establecer los niveles de PRODUCCIÓN.
3. ¿Cómo lo debo hacer?, precisar los estándares de CALIDAD.
Resulta muy productivo establecer características acertadas a la institución educativa, como:
- Profesionalización.
- Eficiencia.
- Reorganización y redimensionamiento.
- Administración.
- Marketing educativo.
- Ética.
- PEI (Proyecto Educativo Institucional).
En síntesis, el trabajo en equipo y la sólida comunicación en bien del nuevo paradigma institucional, forjan un determinado clima que implica las motivaciones de los miembros de la organización y su correspondiente comportamiento. Este comportamiento tiene indubitablemente una gran variedad de consecuencias para la organización. El conocimiento del clima organizacional proporciona retroalimentación acerca de los procesos que determinan los comportamientos organizacionales, permitiendo, asimismo, introducir cambios planificados, tanto en las actitudes y conductas de los miembros, como en la estructura organizacional o en uno o más de los subsistemas que la componen.