Encontramos a lo largo de la historia de la Educación una serie de particularidades que se han refinado a favor de uno de los tres pivotes, en torno a los cuales gira la educación: Los contenidos, el docente y el educando. La Educación necesita reflexionar constantemente, para que responda a las exigencias y demandas de los educandos de cada época. Este desafío permite ir evadiendo las crisis sin encontrar una respuesta definitiva sobre la que poder acumular esfuerzos en aras de la calidad. Los docentes actuales desconfían, de dar su adhesión a corrientes pedagógicas más o menos novedosas, pero sin una visión global e integradora de los principios coherentes de las ciencias humanas.
La educación sigue despertando controversias, tensiones y aventurando respuestas innovadoras, sin rumbo fijo. La educación va atravesando etapas de confusión y de esplendor, siempre buscando la eficacia y la mejor preparación de la persona para la vida social y para el empleo. En la constancia está la opción clara por el educando, como protagonista auténtico de la educación, pero resaltando el desafío que tiene todo el sistema educativo de crear estructuras humanizadoras que tengan en cuenta su centralidad en los procesos que hoy impone una institución compleja.
En épocas de crisis en las que los docentes abandonan su profesión en busca de trabajos menos desgastantes y con más compensaciones, puede resultar paradójico exaltar los valores y méritos de la misión más imprescindible y trascendente de nuestro tiempo. El abandono de los educadores se ha convertido en el problema moral número uno de nuestro tiempo.
No se puede concebir un mundo sin instituciones educativas sin buenos profesionales, a pesar de reconocer que la educación encierra un tesoro. Se necesita precisar la definición desde la que partimos, para comprender el sentido y trascendencia de la Educación, pues se emplean términos indistintamente, como Pedagogía-Educación-Instrucción, que generan confusión y reducen su verdadero sentido.
En este mismo orden iríamos de la teoría a la praxis más concreta:
- Pedagogía recoge las teorías, reflexiones y las distintas maneras de concebir la Educación.
- Pedagogía es la ciencia que fundamenta la Educación, mientras que la Educación es la materia de la Pedagogía.
- Educar es una forma de hacer Pedagogía, pues comprende las prácticas o las acciones de los padres o los maestros sobre los niños con una intención formadora.
La educación no tiene límites en sus formas de realizarse, una de ellas es la instrucción, cuando se limita a la transmisión cultural o unos contenidos de aprendizaje.
En síntesis, podemos encontrar múltiples definiciones de Educación, ya que su forma de concreción responde a una interpretación específica de los tres pilares que la sustentan: La Educación representa el umbral de todo ese campo semántico, pues ella abarca cuanto podemos decir de la acción intencional de desarrollo integral del ser humano a través de una pedagogía.