El prólogo de las tecnologías, a la educación de personas adultas requiere que se recapaciten las relaciones que siempre han existido entre educandos, instructores, organizaciones de educación de personas adultas, gobiernos locales y nacionales y muchos otros gestores en este campo, y que desarrollen nuevas relaciones.
Las tecnologías de la información y la comunicación son un instrumento muy eficaz que incrementa el poder de acceso de todo ciudadano a la información y a los nuevos métodos de educación, enriqueciendo su entorno de aprendizaje. Al mismo tiempo, las nuevas tecnologías refuerzan la discrepancia social. El uso del Internet y de otras tecnologías de la información sigue estando dominado por las personas con un alto nivel de educación y de ingresos, porque el mecanismo a menudo no está al alcance de los demás y porque el ‘analfabetismo tecnológico’ aún está muy difundido.
Sin embargo, muchos países en desarrollo están probando las tecnologías de la información y la comunicación y creando nuevos sistemas de enseñanza abierta. Realmente, con este nuevo método de enseñanza-aprendizaje se pretende que todos los educandos adultos tengan acceso adecuado a los conocimientos requeridos, donde las nuevas tecnologías de la comunicación y los medios de comunicación tienen que considerar los siguientes factores al preparar el contenido y el material de cursos de los programas educativos:
1. Los saberes autóctonos deben de valorarse y utilizarse junto con el saber exógeno pertinente, esta sabiduría se adquiere más allá de la comunidad local;
2. Las estrategias internacionales y nacionales, deben de considerar la diversidad y la integridad del idioma y de la cultura, así como la necesidad de apoyar el contenido local y nativo;
3. Las organizaciones internacionales y las agencias nacionales deben encontrar formas de apoyar el desarrollo de recursos para la educación que incrementen la diversidad del material de aprendizaje y enseñanza;
4. Se debe dar espacio público y privado a otros idiomas, además del inglés, para que se promuevan tanto los idiomas en sí, como su cultura.
En síntesis, debido al gran potencial de la comunicación y el aprendizaje permanente, es esencial invertir en las tecnologías de la información. Estas tecnologías pueden proporcionarle mayor autonomía y un acceso más amplio a la información a los educandos de todas las edades. Nos encontramos en medio de una verdadera revolución cultural, que seguramente implicará el integrar innovaciones tecnológicas a la educación. Dentro de pocos años, la mayor parte de los estudiantes universitarios tendrá acceso al Internet.
A pesar de que las nuevas técnicas de la información y la comunicación se están desarrollando globalmente, también ofrecen nuevas oportunidades para reforzar las comunicaciones a nivel local, nacional e internacional.
La pregunta principal, por lo tanto, no es si las nuevas técnicas de la información deben utilizarse en la educación, sino cómo garantizar un amplio acceso y la diversificación de la producción y transmisión de la información.