Cuando los padres presentas problemas o pasan por la incomodidad de despertaste justo a tiempo para preparar sus hijos cuando va a la escuela. El correr y ver que nada en su sitio, comienzan a reprender a sus hijos; sobre todo cuando los niños no encuentran los uniformes, los libros no están en su sitio. Por ende, no hay tiempo para desayunar, le dan dinero para que desayune, llegan a la escuela justo a tiempo y cuando creen que lo lograron, uno de sus hijos le dice que olvidó hacer la tarea, y allí, es cuando ¡el, padre revienta de la desesperación!, los regañan y los mandas a la escuela regañados, en ayunas y con el corazón confundido.
Ahora, luego que el padre deja a su hijo en la escuela, es cuando el comienza un proceso diferente de aprendizaje. Le explicamos: el niño entra al aula de clases llorando, limpiándose las lágrimas y los compañeros de clases le preguntan por qué llora, no dice nada y todos tratan de entender. Hay niños que se dejan consolar por los amigos, hay otros que, al contrario, se desquitan su ira y su resentimiento lastimando a otros y un tercer grupo que simplemente piensa que cualquiera tiene derecho a violentarlo y abusar de él.
Su mente en ese momento, está en todo lugar menos en el aula de clases. Su ánimo decae, no participa y le toma tiempo recuperar el ritmo de la clase. Al terminar el día le dice a su docente que no quiere ir a casa porque hizo algo malo y que al llegar a su casa lo van a castigar.
Ahora, como padres y docentes ¿Nos permiten hacerle algunas sugerencias para evitar el trastorno en el aprendizaje del niño? Aquí presentamos una lista de sugerencias:
1. Enseña a su hijo a reparar las cosas
Cuando los niños forman parte del proceso de aprendizaje en la educación básica es un gran porcentaje responsabilidad de los padres que las cosas salgan bien. Debido a que somos los adultos responsables y por lo tanto debemos cumplir con nuestra función. Esto no quiere decir, que como padres debemos hacerlo todo, esto también implica que le indiquen a sus hijos lo que va a hacer, cómo se hace, le permitas hacerlo, luego supervises que haya cumplido con la asignación y le reconozcas su esfuerzo y buen trabajo. Recuerda, que repartir las responsabilidades nos ayuda a todos.
2. Levántese un poco más temprano
Al principio es un poco difícil, además, depende de tu labor en el día, pero con levantarse diez minutos antes, podrás evitar salir corriendo y frustrase por no realizar las cosas bien. Despierte con calma y de la misma manera levanta a los hijos. La tranquilidad genera paz y el no tener la presión del tiempo evita que se pierda la paciencia y se desespere con los hijos.
3. Establezca rutinas
Hacer las asignaciones debe ser una rutina que no debe fallar la tarde anterior, lo mismo que preparar los uniformes. Se recomienda evitar irse a dormir si las asignaciones escolares no están terminadas, los uniformes completos y colgados, los zapatos limpios, el bolso de la escuela completo y lo que se va a desayunar dejarlo al alcance de su mano, listo para cocinarse o solo calentarse en la mañana siguiente. Con la ayuda de los hijos trate de organizar busque involucrarlos en todo lo posible. Antes de salir o camino a la escuela, motivo a sus hijos a decir una pequeña oración, despídase con un beso o un abrazo, todo ello le permitirá fortalecer la motivación.
4. Al salir de casa, hable con sus hijos
Si de repente los hijos, se dan cuenta que olvidaron o que falta algo, debes dejar ir lo que se olvidó y ayudarle a entender que asumirán juntos las consecuencias del descuido.
Finalmente, no haga una llamada telefónica o envíes un recado al docente para decir una mentira intentando proteger a tu hijo, es más fácil decir la verdad y tratar de solucionar el problema porque esto genera el aburrimiento y desgano por el aprendizaje. Si hay algún problema en casa o algo está sucediendo en la vida del niño que lo altere, ve a la escuela y trabaje junto al docente en beneficio de su hijo.
En síntesis, si los padres y docentes articulan sus fuerzas, los educandos saldrán adelante, aprovecharán el ciclo escolar y, en consecuencia, se formarán estudiantes seguros y felices con el proceso de enseñanza-aprendizaje.