Se sustenta habitualmente que la planificación tuvo su origen en el pasado remoto dado que productos de grandes empresas, como las antiguas pirámides (egipcias, incas o mayas) que han llegado hasta nuestros días, aluden a un imaginario de una intrincada logística imposible de ser lograda sin la aplicación de una racionalidad medio fines propios de la planificación.
Pero la planificación como actividad reconocible en el marco de la sociedad como tarea propia del Estado es un producto del siglo XX. Inicia su trayectoria en la Rusia del 1917 y llega al occidente después de la II Guerra Mundial con el Plan Marshall. Su área de competencia original fue en ambos casos la económica pero, desde allí, se abrió camino hacia todos los demás sectores. Estas circunstancias no fueron inofensivas.