Los estudiantes con Déficit de Atención y Dificultades de Aprendizaje se enfrentan muy a menudo a la experiencia del fracaso que tiene como consecuencia la desmotivación y falta de confianza lo cual se convierte en el mayor obstáculo para alcanzar las metas.
La motivación es una inclinación general que dirige el comportamiento hacia la obtención de lo que se desea. Bajo esta perspectiva las personas con Déficit de Atención y Dificultades de Aprendizaje están siempre motivadas, pero su mayor problema es que responden a muchos estímulos a la vez.
Tipos de motivación:
- La motivación intrínseca ocurre cuando estudiante se enfoca más sobre el proceso de logros que sobre resultados, puede pensarse que están motivados al logro. De este modo realizan cosas por el placer y la satisfacción de realizar o crear algo.
- La motivación extrínseca se da cuando el estudiante sólo trata de aprender no tanto porque le gusta la asignatura o actividad sino por las calificaciones o el premio que va a recibir.
- Motivación negativa es la obligación que hace cumplir a la persona a través de castigos, amenazas, etc.
- Motivación positiva es el deseo constante de superación, guiado siempre por un espíritu positivo.
- Motivación en un grupo: Los estudiantes tratan de satisfacer al menos una parte de sus necesidades, colaborando con otros e un grupo. En él, cada miembro aporta algo y depende de otros para satisfacer sus aspiraciones; Se adquiere un complejo grupal, mientras que las necesidades personales pasan a ser parte de las aspiraciones del grupo; Se promueve el trabajo en equipo y la dependencia de sus integrantes para lograr un reto; Da un sentido de identidad; Ofrece mayor seguridad y se puede promover el trabajo cooperativo.
La mayor dificultad de los estudiantes con Déficit de Atención y Dificultades de Aprendizaje es superar las experiencias de fracaso que les provoca un alto nivel de frustración. La frustración trae como consecuencia:
- Desorganización del comportamiento.
- Agresividad.
- Reacciones emocionales.
- Apatía.
Para romper con el ciclo del fracaso se debe buscar formas de satisfacer las necesidades. La necesidad de sentirse importante. Los estudiantes requieren de sentirse importantes para alguien esta condición le da un sentido de valor a su existencia. Esta necesidad es satisfecha cuando se respeta a cada estudiante de acuerdo a sus características, se le da un lugar en aula y se le valora como persona.
El valorar sus habilidades y otorgarle responsabilidades generan un sentimiento de valoración personal. La necesidad de seguridad. Para el desarrollo pleno de la personalidad de los estudiantes es fundamental contar con la seguridad necesaria para enfrentar situaciones y personas en momentos determinados de la vida. Esta seguridad se logra cuando ofrece disciplina, sentimientos de aceptación y oportunidades de independencia, orientación y apoyo.
La falta de control hace que en muchas ocasiones se generen experiencias negativas con el medio que generan mucha inseguridad. Ambientes donde hay un manejo adecuado de la situación permiten que los estudiantes tengan un mayor control de sus características. La necesidad de ser aceptado Si hay aceptación de las diferencias de cada uno, se genera sentimientos y pensamientos positivos que ayudan a levantar el nivel de autoestima generando una imagen positiva de sí mismo.
Conocer las diferencias y las características propias de los estudiantes permite tener expectativas realistas que van a generar un sentimiento de aceptación. La necesidad de amar y ser amado. Toda persona necesita sentirse amada, un amor por medio de actitudes y gestos que llevan un mensaje de aceptación. El sentirse amados también les dará la oportunidad de corresponder a tal sentimiento que también se convierte en una de sus necesidades básicas.
Aprender cómo ayudar a nuestros estudiantes nos permite tener la oportunidad de expresar nuestro amor, el desconocimiento y la desorientación hacen que muchas veces se tomen medidas equivocadas que crean en ellos pensamientos negativos. La necesidad de elogio. Todos necesitamos que se nos reconozca lo que hacemos por insignificante que esto sea, el nivel o valor de lo que se hace se mide por el esfuerzo que se dio para realizarlo.
La motivación y el estímulo son básicos para cambiar una actitud negativa y de fracaso. Por lo general estudiantes con dificultades se le ponen mucho énfasis en lo que no hace bien y se deja de lado sus habilidades. Expectativas claras permiten valorar y reconocer sus logros, ellos más que cualquier persona requieren de estímulo constante de parte del ambiente. La necesidad de disciplina. Los estudiantes necesitan de disciplina para desarrollarse plenamente, un ambiente disciplinado es un ambiente que genera seguridad y les permite desarrollar hábitos que son fundamentales para su formación.
Un ambiente estructurado donde existe un manejo adecuado de la disciplina les permite a los estudiantes experiencias positivas que van a ayudar al desarrollo de una imagen positiva de sí mismos. Las necesidades psicoacadémicas:
- Autonomía: tener la posibilidad de escoger o tomar decisiones.
- Aptitud: poder realizar la actividad o tarea de manera satisfactoria de acuerdo a su habilidad.
- Pertenencia: sentir que forma parte de algo, poder experimentar el trabajo en equipo y la identidad de grupo.
- Autoestima: facilitar experiencias de logro.
- Estimulo: poner atención al proceso y no necesariamente al resultado.
El desarrollo de la confianza
Uno de los obstáculos más fuertes para motivar y lograr la autoconfianza es el temor a cometer errores. Los estudiantes con problemas de aprendizaje, a menudo son muy vulnerables a sentimientos de fracaso y tienden a rehusarse ante tareas en donde pueden fallar. Los docentes deben ayudar al estudiante a comprender que el error es un ingrediente importante en el proceso de aprendizaje. Esto se puede lograr enseñándole ante un error la forma correcta de resolver el problema, fomentar que tanto en la casa como en el aula se eliminen los comentarios negativos. Comentar y trabajar con él como el miedo a equivocarse puede obstaculizar el aprendizaje. Para promover la confianza es necesario que los estudiantes logren tener experiencias donde aprendan a creer en ellos, se deben estimular, apoyarlos y enfocarse en sus fortalezas y en sus competencias. La confianza ayuda a desarrollar la capacidad para resolver problemas y las habilidades en la toma de decisiones, además su comportamiento es más adaptable que aquellos que no tienen confianza en sí mismos.
Algunas formas de promover la confianza:
- La confianza en sí mismo está unida a un sentido de optimismo, dominio y autocontrol.
- Los estudiantes necesitan del apoyo del docente para que les guíe y les orienten para enfrentar los obstáculos que se le presentan al enfrentar el reto.
Thomas Edison para lograr su meta cometió mil errores antes de tener éxito y comento:
“Aprendí novecientas noventa y nueve maneras de cómo no hacer las cosas”.
“Aprendí novecientas noventa y nueve maneras de cómo no hacer las cosas”.