De acuerdo con Parrilla quien defiende que para lograr el éxito en los estudios, se debe tener presente un factor muy importante como la inteligencia y este es la motivación. «La principal causa del fracaso escolar es la falta de motivación.” Parrilla Alega, además la motivación es uno de los principales factores que explican el éxito en los estudios, junto con las aptitudes del estudiante, los conocimientos básicos que posee y el manejo de las técnicas de estudio adecuadas; y está constituida por todos aquellos factores que te otorgan la energía necesaria para comenzar a estudiar y la fuerza de voluntad para mantenerte en el estudio, hasta conseguir los fines previstos o pretendidos.
De acuerdo con el autor hay varios tipos de elementos motivantes, a los que otorga igual legalidad, siempre y cuando otorguen al estudiante la suficiente energía para mantenerlo firme en los estudios. La baja motivación al estudio, es la principal causa del fracaso escolar, a veces se pretende justificar con racionalizaciones “para qué voy a estudiar con el paro de licenciados que ya hay”. Sin embargo, el sostiene: “si no estudias, el éxito académico cada día se alejará más de ti”.
Las Técnicas para incrementar la motivación al estudio de acuerdo con Salas Parrilla son:
- Buscar los objetivos y diseñar medios para lograr conseguirlos: Diseñar los objetivos próximos que mantengan su interés en el estudio a lo largo del curso.
- Emplear técnicas activas: como el subrayado, esquematización, resumen, crear preguntas e intentar resolverlas.
- Intentar hacer del estudio un hábito: Acostumbrarse a estudiar todos los días a la misma hora y en la misma habitación.
- Recompensar los objetivos cumplidos: Conceder pequeños premios cuando se consiga los objetivos planificados.
- Realizar un sobreesfuerzo inicial: Los primeros días del curso son los más difíciles de todos.
- Desarrollar la curiosidad: Se atiende mejor a aquellos temas que más interesan y esto se traduce en una mayor facilidad para entenderlos. Si la asignatura o tema es valorado como pesado y carente de interés intenta autoconvencerte de que en el fondo no es tan complicado, procurar buscar puntos de interés que despierten tu curiosidad y utiliza para el estudio las técnicas activas.
- Evitar los distractores.
- Tener autoconfianza.
Según Pallarés una de las razones del decaimiento de la motivación y del fracaso está en resaltar la oposición entre lo real y lo ideal. Y se debe conceder importancia al concepto que se tenga de uno mismo; corregir distorsiones del autoconcepto tales como creernos peores de lo que en realidad somos; crear motivos dentro de uno mismo para estudiar; descubrir y crear interés, utilizar el autorrefuerzo por las tareas y objetivos cumplidos; Evadir explicar los resultados positivos por otra causa que no sea uno mismo o pensar que los resultados negativos se escapan a nuestro control; pensar que el fracaso y los errores pueden ser ocasión de crecimiento y aprendizaje.
Para Rowntree una razón de la escasa motivación de un estudiante determinado puede ser el hecho de que no se sienta ya urgido por sus antiguos maestros de antes y ya no sepa ahora cómo hacer frente a lo que debe pensar y planificar por su cuenta. Otra razón puede ser la falta de un objetivo al que tender. El estudiante que está persiguiendo una meta profesional o cultivando un fuerte interés por unas asignaturas es el más idóneo para desplegar una actitud profesional en la labor de estudiar, según este autor. Recomienda también tratar de relacionar las asignaturas poco interesantes con cosas que el estudiante encuentre interesantes y señala que no siempre el interés actúa como estímulo: en ciertos casos debemos esperarlo como fruto del estudio.
Pueden desarrollarse distintos procedimientos y técnicas que faciliten el “querer estudiar”. Muchos son los estudiantes que sufren de falta de actitud positiva hacia el aprendizaje, al enfrentarse al estudio experimentan ansiedad, angustia, culpabilidad, miedo y frustración que, a su vez, disminuye su motivación hacia el estudio y actúa como distractor durante el proceso de aprendizaje. Los resultados de ciertas investigaciones parecen demostrar que las técnicas de concentración son efectivas en el estudio y los procedimientos de desensibilización sistemática, la relajación y otros tratamientos cognitivo-conductuales reducen la ansiedad, sin embargo, la reducción de la ansiedad por sí sola no conduce a mejoras en el funcionamiento de tareas cognitivo-intelectuales sino que al mismo tiempo hay que llevar a cabo entrenamiento específico en relación con situaciones problemáticas.
Existen programas para reducir la ansiedad sobre el rendimiento académico; si esos programas coleccionan también el aprendizaje en técnicas de estudio y si la reducción de la ansiedad se refiere a los aspectos no tanto de emocionalidad como a los de timidez, aprensión o preocupación que son los que más interfieren en el estudio y en el rendimiento. Otro factor que afecta, según los autores, es la atribución y creencias de los estudiantes acerca de sí mismos y de sus experiencias de rendimiento, en concreto de sus éxitos y fracasos. Algunos autores avalan la eficacia del reentrenamiento de atribuciones dirigido al esfuerzo y usar estrategias adecuadas técnicas motivacionales para el estudio.
Hernández y García estructuran los distintos procedimientos motivacionales respecto al estudio en cuatro grandes apartados:
- Preparación general.
- Inicio de la sesión de estudio.
- Desarrollo de la sesión.
- Momentos finales de la sesión.