La ciencia esta carente de sentido y fácilmente se salta a defender la naturalidad y el pensamiento silvestre. La relativización de la verdad que traslada al constructivismo a negar la existencia de verdades, implica necesariamente que los estudiantes no tengan errores sino “concepciones alternativas”.
“Si no hay una realidad objetiva entonces no hay leyes naturales; por lo tanto, las atribuciones de causa‐efecto no son más que imputaciones mentales. Y si se parte de que la realidad consiste en una serie de construcciones mentales, la objetividad no tiene sentido, no existe y no hay porqué buscarla.” (Guba & Lincoln, 1994)