Enfocar la importancia de la educación exclusivamente en términos del desarrollo económico nacional, sería limitado. El progreso de competencias básicas, en particular en lectura y en expresión escrita, es fundamental para la edificación de una sociedad democrática, tolerante y crítica. Es fundamental asimismo para el pleno desarrollo de las capacidades individuales en todos los aspectos de la vida: proyecto individual y familiar; toma de decisiones y la participación política; el cuidado de la salud; la defensa de los derechos
La educación de una sociedad estructura se hace necesaria para el pleno desarrollo de cada una de las dimensiones de la subjetividad, las competencias básicas que debe enseñar el sistema educativo son igualmente vitales para la construcción de una sociedad libre. Rechazar este problema equivale a poner en riesgo todas las dimensiones del desarrollo de una sociedad. Pero la baja calidad de los aprendizajes no es el único problema educativo. Existe una sociedad consistente entre el nivel socioeconómico de las familias y el nivel de logro de los educandos, que da como resultado que los estudiantes de las posiciones más olvidadas no logren adquirir los conocimientos mínimos para desempeñarse en los niveles superiores del sistema educativo, o para insertarse en los sectores dinámicos, mejor remunerados y más seguros de la economía.
Ser pobre, en algunos países del mundo, es poco menos que una garantía de que al finalizar la trayectoria educativa, o algo más básico para una persona, no se habrá desarrollado siquiera las competencias básicas en lectura, expresión escrita y matemáticas. Quizá para un conjunto de estudiantes sometidos a ciertas circunstancias la historia sea distinta. Siempre habrá ejemplos honrados, por decirlo de alguna manera. El problema es que, si observamos el panorama general, estos ejemplos no dejan de ser excepciones. La incidencia de las instituciones educativas, tiene límites.
Es por ello, que la dificultad de la calidad y la equidad de los aprendizajes en realidad no es un único problema, para abordarlo es necesario descomponerlo en otros problemas. Cuestionarse sobre los factores que inciden en el nivel de aprendizajes que logra un educando, algunas preguntas serian: ¿Cuál es el deber familiar e individual del educando?, ¿Cuáles son las condiciones condiciones en las que vive?, ¿Qué tipo de apoyo que encuentra en su entorno? ¿Cómo inciden su motivación?,¿Qué capacidad de incidir en los aprendizajes tienen las instituciones educativas?, entre otras. Como se puede observar, la complejidad del fenómeno, que es fácil perder el rumbo entre las múltiples alternativas axiológicas, conceptuales y metodológicas disponibles para su abordaje.
No obstante, la afectación recae en las consecuencias educativas de las grandes discrepancias socioeconómicas de la sociedad, y específicamente en los mecanismos a través de los cuales esta desigualdad incide en los procesos de enseñanza y aprendizaje.
En síntesis, podemos reflexionar a nivel micro, se consideran las interacciones cara a cara en las aulas de clases, y las formas en que a través de tales encuentros se reproducen se redefinen los significados y las representaciones que guían las prácticas de los agentes, que eventualmente, conducen a la emergencia de determinados resultados.