El aprendizaje es algo nativo del ser humano. Las personas desde que nacen, están continuamente aprendiendo gran cantidad de eventos. Cuando a una persona le interesa algo desea saber más, conocerlo, hacerlo y se dedica a explorarlo, a imaginar a conocerlo. Eso es el aprendizaje.
Para que ocurra el aprendizaje se debe desear aprender, no se puede aprender si el sujeto no desea aprender. Las ganas de aprender constituyen el primer y necesario paso para que se produzca el aprendizaje. Sin ganas de aprender, no habrá aprendizaje. Las ambiciones de aprender constituyen el componente actitudinal del proceso de aprendizaje:
- El interés por aprender.
- La voluntad de aprender.
- La motivación por aprender.
Las ambiciones por aprender, constituyen la actitud adecuada para que se produzca el aprendizaje.
El aprendizaje es cada vez más diverso, complejo, se aprenden cosas distintas, con fines diferentes y en situaciones cambiantes, y para poder enfrentarse a esta variedad de situaciones que implica el aprendizaje es necesario que, los docentes cuenten con un amplio repertorio de estrategias para hacer frente a cada una de ellas. Actualmente, la enseñanza ha dejado de ser una actividad mecánica y ha pasado a ser una labor en la que se desarrollan habilidades para resolver problemas, se razona críticamente, se reflexiona y se concede un mayor peso a las dificultades motivacionales y emocionales, tales como: la perdida de interés, el aburrimiento, las percepciones de falta de capacidad, las bajas expectativas ante los resultados, el alto índice de ansiedad al enfrentarse a una asignación.
De este modo, el aprendizaje no sólo depende de que los docentes atiendan los aspectos intelectuales del estudiante sino además, los aspectos motivacionales y emocionales permitiéndoles reconocer y controlar las emociones, el grado de motivación y de voluntad del educando. El proceso de aprendizaje además de ser una labor del docente también lo es del educando, considerando de vital importancia el rol del estudiante en este proceso, especialmente sus ganas por aprender que implica una cierta motivación para hacer frente al aprendizaje y al contexto en el que este inmerso.
En síntesis, el proceso de aprendizaje tiene que partir de la motivación, deseos y necesidades que tenga el educando, no obstante no se debe olvidar en este proceso que hay otros factores influyentes como es la actuación del docente, la cual debe conseguir crear un clima motivador y estimulante para los educandos puedan alcanzar un aprendizaje óptimo. El mayor legado de la educación es lograr promover en los estudiantes la voluntad de aprender y de continuar aprendiendo aunque sus circunstancias personales y sociales cambien.