Las sociedades avanzadas, la tecnología, y por lo tanto la modernidad, obligan a las personas a ocuparse de trivialidades, a vivir de prisa y a enfocarse en aspectos que impiden su completo desarrollo, lo que lleva a una falta y mala distribución del tiempo, que finalmente interfieren con el logro de objetivos que pudieran trazarse las personas. La procrastinación es la acción o el mal hábito de dejar todo a lo último, postergar para más tarde las tareas o actividades prioritarias y de reemplazarlas por actividades de menos importancia, irrelevantes y agradables. Puede ser el signo de un trastorno psicológico que muchas veces no se sabe que se tiene.
El acto que se pospone suele percibirse como abrumador, desafiante, inquietante, peligroso, difícil, tedioso o aburrido, es decir, estresante. Las procrastinaciones un problema de autorregulación y de organización del tiempo. Quien pospone o procrastina una decisión presenta en el fondo una conducta evasiva. La mayoría de acciones que se postergan no se posponen por qué no se tenga la habilidad de hacerlo o por falta de tiempo, se posponen solo por desidia o porque ya se ha hecho una mala costumbre.
Diferentes estudios demuestran una relación causal posible entre la procrastinación y los trastornos de los comportamientos siguientes: Ansiedad, Baja autoestima, Perfeccionismo, Aburrimiento, apatía e Impulsividad. Aplazamos actividades necesarias para funcionar en el día a día. Por ejemplo: ir al banco, hacer las compras, ir al médico, arreglar la ropa, cortarse el cabello, etc. Esto provoca sensación de caos, de no poder llegar hacer todo, de frustración, debido a la acumulación de tareas pendientes.
Sabiendo que la procrastinación es definida como la tendencia a dejar de lado actividades hasta una futura fecha, las investigaciones señalan que al menos un 25% de estudiantes presentan experiencias de problemas de este tipo (Ellis & Knaus, 1977; Solomon & Rothblum, 1984), y esa procrastinación es frecuentemente asociada con negativas consecuencias académicas. Por ello, también está relacionada con bajas notas y abandono de cursos.
La mayoría de estudios sobre procrastinación se han realizado en universitarios, enfocándose en la finalización de tareas de cursos y evaluaciones. Lo que más se observa en estudiantes procrastinadores es que empiezan a estudiar mucho más tarde de lo óptimo. Es probable que este retraso se presente por la discordancia de su conducta o hábito de estudio y sus intenciones, pero también porque su intención de estudiar está demorada. En consecuencia, estos se distraen fácilmente con otras actividades que no son las escolares, como por ejemplo las actividades sociales.
En síntesis, la procrastinación no deja nada bueno, dejar las cosas para lo último solo causa un gran estrés y ansiedad. Para combatir la procrastinación hace falta una buena planificación y organización del tiempo. De esta manera, la ansiedad y el estrés asociados disminuirán considerablemente. Si sufre de procrastinación o de un trastorno parecido, es muy importante que busques ayuda psicológica para saber a qué se debe ese mal hábito ya que puede estar asociado a un problema psicológico severo y te traerá serios problemas sociales y familiares.
