Lean Startup, es una metodología de trabajo simple y efectiva para abordar el lanzamiento de productos o servicios con un modelo rentable y escalable, minimizando su probabilidad de fracaso. La metodología se basa en el aprendizaje validado, la experimentación científica y la iteración en el lanzamiento para disminuir los ciclos de desarrollo, medir el progreso y ganar valiosa retroalimentación de los involucrados.
Los principios de Lean Startup se dividen de las formas tradicionales de abordar el desarrollo de determinado proyecto, que plantean que un investigador primero debe generar un plan para luego pasar a la fase siguiente. Con los métodos usuales, la mayoría de las innovaciones comienzan por las etapas de desarrollo y el marketing antes de verificar si efectivamente los supuestos o hipótesis que utilizaron en su planificación estratégica son realmente válidos. Y, muchas veces el progreso podía concluir en la creación de productos o servicios para una necesidad inexistente, lo que conllevaría importantes pérdidas.
En cambio, la metodología Lean Startup no tiene como objetivo idear planes de negocios, sino que se orienta en un proceso para descubrir qué proyecto podría tener éxito en el mercado y cuáles no. Con un acercamiento científico, se busca primero validar las hipótesis y presupuestos empleados mediante la experimentación de los consumidores con determinado producto. Antes del lanzamiento definitivo, una institución, emprendedor o startup puede conseguir datos de la experimentación y modificar o determinar las definiciones del proyecto. Así, se da un proceso continuo de iteración en relación con un aprendizaje validado.
Una de las primeras claves en la metodología Lean Startup, es comprender las diferencias entre el ciclo de desarrollo y el ciclo de aprendizaje (construir-medir-aprender). Este modelo se basa en el cliente que en el producto, de manera que se busca aprender de cada iteración del producto (o servicio) para poner a prueba las hipótesis y saber de este modo hacia donde avanzar.
En síntesis, todo este ciclo es iterativo, es decir, que para cada hipótesis que se quiere comprobar se debe crear una modificación. Esta realidad que es perfectamente trasladable al ámbito del emprendimiento. Los nuevos retos exigen nuevos planteamientos de trabajo que permiten a los emprendedores manejar la incertidumbre con el respaldo de una metodología científica y experimental, con rapidez, minimizando el uso de recursos y sumando la validación desde las primeras fases del prototipo.