La disortografía se refiere a la dificultad significativa en la trascripción del código escrito de forma inexacta, es decir, a la presencia de grandes dificultades en la asociación entre el código escrito, las normas ortográficas y la escritura de las palabras. Se refiere a una dificultad para la escritura que puede surgir independientemente de que haya o no alteraciones en la lectura.
Las posibles causas de la disortografía:
1. Intelectual: Este tipo de dificultades dificulta ante todo la adquisición de la normativa ortográfica básica.
2. Lingüísticas: Las dificultades articulatorias pueden dificultar la correcta percepción del sonido y por tanto presentar dificultades en la correspondencia con su grafismo. Por otra parte, el conocimiento del vocabulario implica el recuerdo de su forma, es decir, de cómo se escribe una palabra determinada.
3. Pedagógico: En ocasiones el método de enseñanza de la ortografía puede resultar poco beneficioso en función del estilo cognitivo de la persona. El recuerdo de la normativa, por su escasa significatividad puede resultar poco adecuado para muchos estudiantes.
4. Perceptivas: El procesamiento visual y auditivo de la información resulta clave en el desarrollo de la disortografía, resultando claves en este sentido: visual, auditiva, espacial y temporal.
A continuación, listaremos los tipos de disortografía, los cuales son:
1. Temporal: Se encuentra relacionada con la percepción del tiempo, y más específicamente con la percepción del ritmo, presentando dificultades en la percepción constante y clara de los aspectos fonémicos de la cadena hablada y su correspondiente transcripción escrita, así como la separación y unión de sus elementos.
2. Perceptivo – cinestésica: Se encuentra muy relacionada con dificultades relativas a la articulación de los fonemas y por tanto también a la discriminación auditiva de estos. En este sentido son frecuentes los errores de substitución de letras de «r» por «l».
3. Disortocinética: Se encuentra alteración de la secuenciación fonemática del discurso. Esta dificultad para la ordenación y secuenciación de los elementos gráficos, provocando errores de unión o fragmentación de palabras.
4. Visoespacial: Esta relacionado con la percepción visual y de forma más específica con la orientación espacial, incidiendo en la correcta percepción de determinadas letras o grafemas, pudiéndose producir errores de rotación de letras como las frecuentes rotaciones de «b» por «d» o de «p» por «q», también se dan substituciones de grafemas con una forma parecida como son «a» por «o» o «m» por «n». En esta categoría también podríamos encontrar los errores propios de las inversiones de letras en la escritura de determinadas palabras.
5. Dinámica: Se refiere a las dificultades con relación a la expresión escrita desde aspectos como la gramática, el orden de los elementos en la oración, la coordinación entre género y número y demás o la omisión de elementos relevantes en la oración.
6. Semántica: En este caso se encuentra alterado el análisis conceptual de las palabras, aspecto que dificulta la percepción de los límites de éstas, pudiéndose producir uniones y fragmentaciones de palabras, así como el uso de señales diacríticas o signos ortográficos.
7. Cultural: esta se refiere a una incapacidad para el aprendizaje de la normativa ortográfica.
Pero ¿cómo tratar esta dificultad?
Algunos ejercicios que se pueden implementar en los salones de clase son los siguientes:
1. Segmentación silábica: Solicitar que nos diga cuántas sílabas tiene una palabra.
2. Sustitución de sílabas: Solicitar que sustituya una determinada sílaba de la palabra por otra que le demos.
3. Encontrar sílabas ocultas oralmente: Se solicita que nos indique la sílaba oculta o que falta, en una palabra.
4. Identificar que sílaba se repite en dos palabras distintas.
5. Segmentación de fonemas: Solicitar que nos diga cuántos sonidos tiene una palabra.
6. Le pedimos que nos indique el fonema oculto o sonido que falta en la palabra.
En síntesis, existen técnicas educativas específicas que son implementadas para elaborar diseños aptos para los estudiantes. Las sesiones de tutorías individualizadas ayudan a los estudiantes a reconocer los fonemas, a entender las letras y los sonidos, a entender lo que observan y a ampliar el vocabulario.