Actualmente, se puede apreciar la necesidad imperante de una sociedad digital, es decir, una sociedad en la que el autor Medina (2007) define como “las tecnologías digitales configuran decisivamente las formas dominantes tanto de información, comunicación y conocimiento como de investigación, producción, organización y administración” (p. 7). Lo que señala una innovación que implica conexiones directas con la práctica tecnológica-educativa, a través de manera de interactuar, socializar y proceder a través de estas.
El sistema educativo actual, se ha visto sujeto a grades limitaciones, desde la calidad hasta el impulso desbordado por el conocimiento. Es allí, donde el punto de vista de la infraestructura como de los costes del funcionamiento, experimentan un enorme crecimiento, porque se atraviesa un profundo cambio de diversificación y personalización. El hombre se está oponiendo cada vez más a seguir con los programas tradicionales o rígidos, que no se relacionan con las necesidades reales y profesionales.
Por lo tanto, los sistemas de educación deben enfrentar grandes reformas. Entre ellas tenemos:
1. La adaptación e integración de los emisor-receptor de datos. En este punto se puede señalar el Aprendizaje Abierto y a Distancia (AAD) a las prácticas habituales de la educación. Donde se ponen en práctica, técnicas, hipermedios, redes de comunicación interactivas y la cibercultura.
2. Comunicación. Es importante, orientar los espacios del saber y contribuir con la adquisición de competencias necesarias para el futuro. Se hace necesario organizar las comunicaciones entre las personas e instituciones para poder alcanzar una cultura informacional solidad.
3. Cibernética. La que permite en el mundo actual la transición de una educación y formación estrictamente institucionalizadas, a un intercambio generalizado de conocimientos y reconocimiento de las competencias adquiridas.
Es importante señalar, que los docentes deben revaluar la dimensión de relación y comprensión de los estudiantes con estos acontecimientos; en este sentido, el reto educativo es enaltecer el entorno de los estudiantes, comprender y asumir los cambios al igual que sus diferencias procedentes de las tecnologías.
En síntesis, el docente actual al igual que las instituciones educativas, deben propiciar la inteligencia colectiva de sus estudiantes, y dejar de ser un provisor de conocimientos en una era tecnológica.
