En un mundo actual, donde la sociedad está constantemente conectada, da paso a que la educación, como a otros sectores, adapten rápidamente la tecnología. El contexto social del aprendizaje está cada vez más conformado por los medios de comunicación digital y, junto con la propiedad personal de varios dispositivos, influyen en las expectativas y modos de intercambio de la información.
Los responsables de la formulación de políticas recurren a dichas tecnologías para lograr una gran eficiencia, continuidad y mejora. Estos cambios inducen una relación en la evolución con la tecnología digital en el sector educativo con creciente énfasis en el rol habilitador para mejorar el aprendizaje y transformar los modos de transmisión.
Las estrategias para el aprendizaje virtual buscan posicionar el aprovechamiento de la tecnología digital, responder a los mercados en evolución y ampliar las políticas del medio ambiente. Esta dirección estratégica está guiada por un conjunto de principios fundamentales. Para ello, se propone la adopción de un enfoque pedagógico y centrado en el estudiante que se beneficia del rol habilitador de la tecnología para mejorar el entorno de aprendizaje, la capacidad dinámica de soporte y la diversidad.
Por lo tanto, crear un entorno innovador de aprendizaje ya sea para la enseñanza o investigación utilizando la tecnología, debe gestionar la estructura pedagógica, para mejorar el acceso, alcance, participación, aprendizaje y estimular las prácticas innovadoras. Por ello, un entorno virtual, debe:
- Proporcionar un entorno de aprendizaje flexible, desafiante y receptivo.
- Utilizar la tecnología para asegurar y mejorar la calidad del proceso de enseñanza-aprendizaje.
- Apoyar a los estudiantes y al personal para que se adapten y adopten nuevas tecnologías.
- Desarrollar programas de aprendizaje a distancia y semipresencial.
- Mejorar la huella intelectual.
En síntesis, los entornos virtuales consolidan grandes beneficios estratégicos, que gracias a la tecnología digital se puede aportar y describe en un marco estratégico para guiar el quehacer pedagógico. La transformación educativa-tecnológica tiene un solo propósito, y es capacitar a los docentes para que puedan aprovechar los materiales educativos tecnológicos en su práctica pedagógica.