En tiempo de confinamiento, es importante que el docente garantice la excelencia educativa, a través de su quehacer pedagógico. Por lo tanto, se hace necesario crear escenarios y un clima idóneo para el proceso de enseñanza-aprendizaje, con el único fin de alcanzar el aprendizaje significativo de los estudiantes. Para ello, el educador debe adoptar una serie de estrategias pertinentes que representen y originen los ciclos del aprendizaje. Entre estas destrezas se encuentra la retroalimentación, una pieza clave, para el desarrollo cognitivo, como, además, en el progreso del aprendizaje.
Para alcanzar lo antes mencionado, el docente debe utilizar determinados fundamentos psicológicos dentro del aula, tales como la motivación y la empatía, debido a que el proceso de comunicación entre educador-estudiante son estrechas. Por tanto, las habilidades comunicativas en la educación digital deben ser diferentes a las de modalidad presencial, estas deben modificarse o adaptarse para una mejor actividad.
Dentro de este contexto, los factores que se deben considerarse dentro de las retroalimentaciones son los siguientes:
- La manera de dirigirse a las personas.
- La motivación.
- El clima de aprendizaje.
- La atención emocional y actitud favorable,
- La estructura de la comprensión.
Partiendo de lo antes señalado, cuando el docente considera los factores al ejercer un proceso de medición puede contrarrestar los efectos negativos en el proceso educativo. De acuerdo con el autor Arancibia (1997), Si, el proceso se complementa con un sistema de retroalimentación, puede tener un efecto directo y positivo en el aprendizaje de los estudiantes (p. 33). Por consiguiente, si se modifica la evaluación tradicional por una que fomente la retroalimentación como parte del aprendizaje, se debe hace necesario establecer la innovación educativa.
Por lo tanto, existen diferentes definiciones de retroalimentación. Entre ellas, la sustentada por Amaranti (2010), como “una actividad dialógica en la que los profesores y estudiantes analizan los resultados de las evaluaciones en comparación con los criterios propuestos y se toman acuerdos de acciones que se pueden desarrollar para mejorar en pos de las metas de aprendizaje» (p. 4). Lo cual, admitirá una acción decisiva para convertir la evaluación en una oportunidad para aprender.
En síntesis, el docente en la educación digital debe desarrollar nuevas habilidades comunicativas para poder traspasar las barreras, como, además, crear climas apropiados que motiven al estudiante y permitir la construcción del aprendizaje significativo por medio del reconocimiento de sus debilidades.