En el presente, en tiempo de confinamiento, son muchas las personas que cuestionan la labor docente. Por una o por otra razón, es necesario entender que en algunos documentos se define al “buen docente” con lo que es, lo que posee, cómo administra y provee el capital cultural y académico, capacidad de dispensar u ofrecer a los demás, entre otros.
De acuerdo con el autor Escámez (2013), lo que ejecutan los buenos docentes no se limita a reglas o prácticas concretas, sino que tiene que ver más con sus actitudes, con la confianza que depositen en los jóvenes y lo que les hagan sentir en el logro de sus objetivos; con la importancia que logren transmitirles y libertad que les brinden para que ellos tomen sus propias decisiones, o como lo sintetiza Ibáñez (2001), el compromiso que asume el educador con el desarrollo de la inteligencia de sus estudiantes, con su libertad para revelar y conocer por su cuenta y capacidad de trabajo para desplegar las denominadas metacompetencias que todo ser humano necesita para desarrollarse integralmente.
A continuación, listaremos algunas ideas que pueden transformar su enseñanza en la educación digital:
- No calificar todo: Calificar todo establece un tono de cumplimiento y medición, como, además, fomenta la motivación extrínseca. El objetivo de la evaluación no es una calificación, sino una instantánea de la comprensión basada en un formato de evaluación dado.
- Priorizar: Aceptar que no todas las ideas o estándares son importantes e incluso si lo fueran, los estudiantes no van a dominar todos los estándares, habilidades, competencias o temas que usted espera que dominen. Sea claro acerca de las grandes ideas en su plan de estudios y asegúrese de que aparezcan una y otra vez a través de la iteración.
- Planificar: Tiene más tiempo del que piensa para ayudar a los estudiantes a aprender. No se apresure, establezca prioridades y avance intencionalmente. Considere la instrucción basada en temas y proyectos en lugar de géneros o estándares, sin importar la frecuencia con la que se le recomiende que se guíe por los estándares. Puede estar impulsado por los estándares y aun así agregar contenido con algo más atractivo y algo más propicio para la retención a largo plazo.
- Utilizar el espiral: Las cosas difíciles requieren práctica. Constantemente haga girar en espiral las grandes ideas más importantes y transferibles de su contenido.
- Enseñar en tiempo real: No importa lo bien que se vea su lección en el papel, el aprendizaje no puede suceder sin compromiso. Supervise constantemente y ajústese en tiempo real para responder a qué tan comprometidos están o no sus estudiantes.
En síntesis, el docente debe tener presente que en la enseñanza también existe un compromiso metacognitivo y esto es importante porque el aprendizaje es procedimental y desordenado. La curiosidad, incertidumbre y confusión son componentes cruciales en el aprendizaje. La mayoría de los docentes pueden y a menudo lo hacen, ajustar su enseñanza sobre la marcha. La clave es dominar este proceso, saber qué, cómo, cuándo ajustar y si han sido efectivos en el proceso de enseñanza-aprendizaje.