En la actualidad, hablar de rigor en el ámbito educativo atribuye a los estudiantes una carga cognitiva, lo cual, los invita a comprobar conceptos erróneos, reconsiderar posiciones, separar lo implícito de lo explícito y otras prácticas de pensamiento crítico que distinguen la familiaridad inestable de la verdadera comprensión.
De acuerdo con los autores Strong, Silver & Matthew (2001) sustentan que el rigor intelectual es hace referencia a una “calidad del contenido y no una medida de la cantidad del contenido que cubrimos” (p. 137). Por lo tanto, podemos señalar que el rigor intelectual se basa en la conexión y capacidad de no caer en la contradicción, lo cual, envuelve prevalecer, asumir retos y moverse cuando sea necesario. Por lo que, al robustecer e integrar el pensamiento de los estudiantes en el proceso de enseñanza-aprendizaje, se origina el dinamismo y exhorta a los estudiantes a objetar de manera crítica y creativa a un universo de problemas complejos.
En la era digital, es de suma importancia que los docentes empleen el rigor en su programación, enseñanza y reflexión. Además, es algo que todo estudiante debe cultivar a través del pensamiento independiente donde maticen la motivación y disciplina. Una persona rigurosa planifica su día y aprovecha su tiempo de manera inteligente. Esto no representa que una persona no debe realizar una pausa, descansar o renunciar a las actividades recreativas, al contrario, tendrá tiempo para realizarlo.
Si los estudiantes no pueden manejar constantemente actividades rigurosas, se deben examinar más de cerca los hábitos de comprensión o de pensamiento. No obstante, si el trabajo está más allá de su Zona de Desarrollo Proximal, los estudiantes sólo están siendo preparados para la desconexión, frustración y fracaso. Muchas de las actividades en el aula de clase son intrínsecamente rigurosas, incluida la lectura de literatura con gran densidad de ideas, la toma de notas y el uso del proceso de escritura en sí, pero rara vez son atractivas y no siempre se ajustan a un estándar o tarea académica determinada.
A continuación, listaremos algunas estrategias que pueden emplearse para agregar rigor en las aulas de clases:
- Transferencia de comprensión
- Sintetizar múltiples fuentes.
- Actividades que desarrollen cognitivamente.
- Utilizar perspectivas divergentes.
- Utilizar medios divergentes.
- Romper con la convención del área de contenido.
- Aprendizaje basado en proyectos.
- Observación y análisis a largo plazo
- Combinar estrategias.
- Tomar y definir posiciones.
En síntesis, cuando los docentes fomenta el rigor a través de sus a creatividad promueven el pensamiento crítico. Tener rigor académico es certificar que el conocimiento que se origina y se alcanza tendrá un efecto para los demás en la medida en que resulta confiable. Por ende, el rigor académico es la práctica fiel de un proceso evaluado por el uso y experiencia que se posee para transportar lo verdadero.