En el ámbito educativo, muchas veces es más fácil hablar que enseñar, especialmente cuando se necesita cumplir con una gran cantidad de contenido en poco tiempo. La mayoría de los docentes esperan que los estudiantes entiendan para la hora del examen, esto con la intención de comprobar si han realizado buen su trabajo. El inconveniente es que a menudo confían que estas evaluaciones midan la comprensión para luego, seguimos adelante.
En la era digital, se ha podida preciar este tipo de inconvenientes, ya que no siempre hay tiempo para abordar las debilidades y equivocaciones posteriormente de que se han calificado las actividades. Es por ello, que el dia de hoy listaremos algunas estrategias de evaluación que le ayudarán a enriquecer su quehacer pedagógico:
- Preguntas abiertas que estimular el pensamiento crítico.
- Motivar a la reflexión.
- Elabore cuestionarios.
- Utilice la técnica del resumen.
- Verifique la comprensión.
- Utilice las tarjetas de respuesta.
- Realice preguntas que motiven a la declaración.
- Agrupar a los estudiantes para fomentar la comparación de pensamientos.
- Lectura en voz alta.
- Utilice el seminario socrático
- Fomentar la reflexión.
- Comprobación de conceptos erróneos a través de preguntas poderosas.
- Técnicas de mensaje de analogía.
Por lo tanto, al reflexionar lo sustentado por Hernández (2003) que “no se debe considerar la mente como un instrumento en el que se depositan los significados sino, más bien, como creadora de ellos” (p.38). Se puede afirmar que, el rol de la mente no se debe percibir de manera pasiva, porque es la creadora de los significados.
En síntesis, el docente debe tener presente que interpretar los significados como una edificación relacional necesita de acciones y suplementos para ser contextualizada; lo que significa que el lenguaje por sí solo no tiene significado, este obtiene su valor a partir de la relación.