En la actualidad, existen investigaciones sobre la ciencia cognitiva aplicadas en el aula. Lo que para muchos investigadores y docentes puede ser tranquilizador y también preocupante dependiendo de cómo vean la política educativa para el aula. La ciencia cognitiva es el estudio interdisciplinario de la mente e inteligencia, que abarca la filosofía, psicología, inteligencia artificial, neurociencia, lingüística y antropología. Sus orígenes intelectuales se encuentran a mediados de la década de 1950 cuando los investigadores en varios campos emprendieron a desarrollar teorías de la mente basadas en representaciones complejas y procedimientos computacionales.
La ciencia cognitiva en el aula se centra en las estrategias de enseñanza y aprendizaje para adquirir y retener conocimientos. Las estrategias de aula instruidas por la ciencia no siempre son claras, como, además, los temas relacionados con los aspectos sociales y emocionales de la cognición. Tal como lo señala el autor Wigelsworth et al. (2020), los elementos como la atención plena y reducción del estrés están presentes y son relevante para la instrucción.
Las estrategias del aprendizaje social y emocional tienen como objetivo apoyar a los estudiantes a adquirir y aplicar eficazmente los conocimientos, actitudes y habilidades necesarias para comprender y gestionar las emociones, establecer y lograr metas positivas, establecer y mantener relaciones positivas, como, además de tomar decisiones responsables. Algunos estudios también indican que la competencia emocional predice el rendimiento académico indicando beneficios cognitivos.
Aplicar los conocimientos de la investigación en ciencia cognitiva es una de las actividades principales que debe realizar el docente. Ejemplo: la aplicación de las prácticas como intercalar, revisión aleatoria y promover la práctica de recuperación son actividades que activan el proceso de recordar información de la memoria, fortaleciendo así las vías mentales que permiten que suceda el aprendizaje.
Los aspectos de la ciencia cognitiva hacen referencia a:
- Aprendizaje espaciado o práctica distribuida.
- Práctica de entrelazado.
- Práctica de recuperación.
- Manejo de la carga cognitiva.
- Trabajar con esquemas.
- Aprendizaje multimedia.
- Aprendizaje incorporado.
En síntesis, la evidencia de la aplicación de los principios de la ciencia cognitiva en las condiciones cotidianas del aula es mucho más limitada, con incertidumbres sobre la aplicabilidad de los principios científicos en todas las materias y rangos de edades. No obstante, podemos mencionar un ejemplo que pueden aplicar los docentes. Y, son los cuestionarios interactivos ya que se puede observar que las calificaciones finales del curso mejoran si las preguntas formuladas en los cuestionarios se superponen con las preguntas de los exámenes. Y al considerar la enseñanza basada en la evidencia en general, pide una enseñanza transparente que informe a los estudiantes sobre cómo funcionan estas estrategias de aprendizaje. Como lo hace notar el autor Weimer (2017) cuando señala que los docentes deben tener en cuenta sus propias aplicaciones de estas estrategias de aprendizaje.