Hoy en día, existen investigaciones que demuestran la influencia que tiene los colores en el aprendizaje, de manera particular los autores sustentan que el color de los utilizado por los docentes al calificar un trabajo de los estudiantes puede afectar el desempeño cognitivo en situaciones de rendimiento.
Los resultados demuestran que el rendimiento de la memoria era mejor cuando el entorno de la codificación y recuperación son similares. Tal como lo señalan los autores Boyatzis & Varghese (1994) en muchas sociedades occidentales, los colores rojizos se asocian con las niñas, mientras que los colores oscuros (por ejemplo, marrón, negro, gris y azul) se asocian con los niños. Hurlbert y Ling (2007) señalan que las diferencias de género transculturales en las preferencias de color de los participantes indican algún origen biológico, pero la presentación repetida del rojo distorsiona la percepción en los niños, pero no en las niñas, lo que indica una diferencia en la valencia emocional del rojo.
Los expertos en el ámbito de la psicología sustentan que cada color tiene un efecto particular sobre el estado de ánimo. El rojo puede crear una sensación de emoción y aumentar el estado de alerta. También aumenta el apetito y la creatividad. No obstante, para las personas que sufren de ansiedad, el rojo también puede ser extremadamente molesto. El azul, por otro lado, puede suprimir el apetito, bajar la temperatura y crear un ambiente relajante.
A continuación, listaremos algunos colores y sus efectos que pueden tener ciertos colores al momento de ser utilizados en el aula de clase o para correciones:
- Amarillo: aumenta la creatividad y atención e infunde un sentimiento general de positividad.
- Naranja: puede mejorar el estado de alerta.
- Verde: pacífico y tranquilo.
- Morado: pacífico y tranquilo.
- Marrón: Puede reducir la sensación de fatiga y mejorar la sensación de relajación o hacer que los estudiantes se sientan más seguros.
- Blanco: mejora la atención e infunde sentimientos de positividad.
- Rojo: inspira el estado de alerta, emoción y creatividad.
En síntesis, varios estudios han demostrado que el color rojo perjudica el desempeño en tareas intelectuales. Lo estudios en la neurociencia sobre la memoria sugieren que el uso repetido del mismo color puede contribuir a mejor la memoria. Por ende, la manipulación del color en las etapas de codificación y recuperación podría tener una influencia interactiva en el aprendizaje.