Hoy en día, los enfoques teóricos que enfatizan el aprendizaje como creación colaborativa de conocimiento han influido fuertemente en los puntos de vista sobre el desarrollo pedagógico en las instituciones a través de tecnologías digitales. Según Scardamalia & Bereiter (2006) la enseñanza debe promover principalmente la innovación del conocimiento y el avance colectivo de productos de conocimiento compartido.
Los argumentos a favor de estos enfoques son el requisito de promover la experiencia adaptativa, las habilidades de colaboración y capacidades para trabajar creativamente con el conocimiento, que son las competencias necesarias en la educación, la vida laboral y la sociedad en general. Las discusiones sobre el aprendizaje de las “Habilidades del siglo XXI” tienen similitudes con estas ideas: el aprendizaje escolar debe centrarse más en apoyar el desarrollo de las competencias relevantes que se necesitan para hacer frente a los desafíos del futuro desconocido, en lugar de concentrarse en el aprendizaje de contenidos y tareas rutinarias (Ananiadou & Claro 2009).
Las características de las prácticas pedagógicas que representan el enfoque de creación de conocimiento colaborativo incluyen el compromiso de los estudiantes y producción orientada a objetivos para propósitos relevantes, esfuerzos y recursos colectivos y uso versátil de tecnologías modernas. El rol de las aplicaciones tecnológicas en tales prácticas es a menudo proporcionar herramientas flexibles para la comunicación, creación de redes, coautoría de productos, conocimiento compartido y gestión de procesos.
Los autores Scardamalia & Bereiter (1999) propusieron que para ayudar a los estudiantes a tener éxito en la sociedad del conocimiento, las instituciones educativas deberían convertirse en organizaciones de construcción de conocimiento, en las que los estudiantes son miembros, no clientes. Por lo tanto, se debe estar en línea con las ideas del aprendizaje como creación de conocimiento.
Basándonos en los enfoques de investigación previos, podemos cuestionarnos ¿si realmente el docente actual utiliza la tecnología de manera innovadora para mejorar la pedagogía? Pero, para dar respuesta a esta interrogante se debe evitar el juicio crítico. Tal como lo señala el autor Wikeley et al. 2005 la creación de un modelo basado en hallazgos empíricos ocasionales conduce a un modelo cuasi teórico. Lo cual, revela que hoy en día, las prácticas pedagógicas con tecnología son versátiles pero poco innovadoras, como la producción de conocimiento individual o el ensayo de contenidos (Mujica-sequera, 2021).
En síntesis, en un futuro no muy lejano las instituciones educativas enfrentarán más desafíos y requisitos que la comunidad escolar tendrá que responder. Los mejores y más eficaces planteles reflejan sus prácticas y mejoran constantemente sus maneras de trabajar. Por lo tanto, se entiende que el innovador modelo de escuela digital ofrece una herramienta para las instituciones educativas en la era del conocimiento.