La tecnología educativa nunca ha sido más importante que en el año escolar durante la pandemia, con millones de estudiantes aprendiendo parcial o totalmente en línea. No obstante, los padres, estudiantes y docentes necesitan más capacitación y apoyo sobre los problemas de privacidad que acompañan a la expansión de la tecnología.
Existen estudios, donde se demuestra en gran parte de los países los docentes no han recibido capacitación alguna sobre la privacidad de los estudiantes, más allá de simplemente firmar un formulario. Los educadores expresan que están usando tecnología a través de videoconferencia, que muy pocos han recibido capacitación en esas plataformas. No obstante, luego de 2 años de pandemia los docentes siguen sin capacitarse, lo que acarrea vivir problemas en el aula con: softwares y aplicaciones pirateadas, docentes que exponen accidentalmente calificaciones y ambientes con distractores cuando comparten su pantalla con una clase.
Por otra parte, la mayoría de los docentes indican que no conocen cómo proteger la privacidad de sus estudiantes. Eso podría significar tal como lo señala el autor Laird (2020) que “aunque los docentes pueden haber creído que están teniendo capacitaciones [estos conocimientos], no las han absorbido».
Dos encuestas recientes reflejan fuertes convicciones entre los educadores de que el nivel de acceso a Internet en el hogar en las comunidades a las que sirven sigue siendo inadecuado. Con millones de estudiantes aprendiendo desde casa mientras continúa la pandemia de COVID-19, la urgencia de resolver esos problemas sigue siendo muy alta.
Por consiguiente, de acuerdo con el Departamento de Protección de la privacidad de los estudiantes de los Estados Unidos (2014) recomienda que las instituciones educativas y a los distritos seguir las normas de privacidad, seguridad y mejores prácticas de transparencia, tales como:
- Mantener el conocimiento de otras leyes federales, estatales, tribales o locales pertinentes.
- Tener en cuenta qué los servicios educativos en línea se utilizan adecuadamente en su distrito.
- Tener políticas y procedimientos para evaluar y aprobar los servicios educativos en línea propuestos.
- Cuando sea posible, use un contrato escrito o un acuerdo legal.
- Se necesitan pasos adicionales al aceptar licencias Click-Wrap para aplicaciones de consumo.
- Sea transparente con los padres y los estudiantes.
- Considere que el consentimiento de los padres puede ser apropiado.
Actualmente, las redes sociales son una parte importante de la vida de los estudiantes. Según un estudio reciente de Common Sense Media, el adolescente promedio pasa más de una hora al día usando las redes sociales, y solo el 3 por ciento del tiempo que los preadolescentes y los adolescentes pasan en línea se centra en la creación frente al consumo. Para ser verdaderos ciudadanos digitales, nuestros estudiantes necesitan docentes que ejemplifiquen un uso prosocial, creativo y responsable de las redes sociales.
En síntesis, trabajar en un entorno escolar y lidiar con problemas que van desde el cumplimiento de la Ley de Privacidad y Derechos Educativos de la Familia (FERPA) hasta incidentes que aparecen en los titulares puede ser una perspectiva aterradora y confusa. No es de extrañar que muchos docentes eviten estas preguntas por completo. Se necesita responsabilidad y formación por parte de las instituciones en materia de privacidad.