Una apuesta por el aprendizaje activo exige tanto a los docentes como a los estudiantes e investigadores adoptar un nuevo rol en la práctica tradicional de la investigación ya que la sociedad actual está demandando establecer un proceso más colaborativo para el provecho del conocimientos, habilidades y conceptos necesario en una situación particular, en lugar de prescribirlos a través de texto o ejercicio. Además, los estudiantes e investigadores se les debe animar a debatir entre sí, discutir, compartir ideas y trabajar como un equipo.
El aprendizaje activo basado en investigativo se ocupa del proceso de adquisición del conocimiento centrado en el estudiante o investigador. En los últimos años, se ha evidenciado un número de informes educativos que indican la importancia del descubrimiento dentro del proceso de aprendizaje. Aunque, en gran parte a cambiando la manera en que las instituciones educativas impulsan la investigación, se observa una necesidad más activa de métodos experimentales para alcanzar un aprendizaje más significativo e investigaciones de calidad. De acuerdo con el autor Hadow (1931), el currículo debe ser pensado en términos de actividad y experiencia, más que la apropiación del conocimiento y hechos para almacenar.
La implicación real de esta declaración es establecer que esa actividad y experiencia tanto físicas y mentales, sean los mejores medios de obtener conocimiento y adquirir hechos. El aprendizaje activo es un medio por el cual los estudiantes adquieren conocimientos y comprensión a través de la investigación activa, es una forma en gran medida experiencial de investigación que implica la resolución de problemas y se considera un importante componente de estudio dentro de todas las materias. Tal como lo señala Jerstedt (1980), mientras las personas exploran, descubren e investigan el mundo que les rodea, están inevitablemente involucrados en resolución de problemas de diversa índole ya que se refuerza el desarrollo de habilidades para reconocer, analizar y resolver problemas, componentes fundamentales para el desarrollo intelectual.
Por lo tanto, el aprendizaje activo sostiene que la retención del conocimiento depende de:
- La realidad de la experiencia de aprendizaje.
- La franqueza de la experiencia.
- El número de sentidos participes.
- El grado de incertidumbre para el aprendiz.
- Las declaraciones y valoraciones individuales.
- Los docentes son clarificadores en lugar de líderes.
- Y, los resultados educativos específicos no siempre predecible.
En síntesis, en el aprendizaje activo los estudiantes e investigadores aprovechan la información que están tratando de aprender, se desafían y luchan por nuevos conocimientos, o los utilizan para resolver nuevos problemas, como, además, tienden a aprender eficazmente. Por ende, el valor se encuentra en estructurar, organizar el pensamiento y crear o fortalecer las habilidades a lo largo del proceso, para así llegar a la solución del problema. Por consiguiente, los estudiante e investigadores deben contar con un programa de desarrollo progresivo en el uso de estas habilidades.
Referencias
Hadow, H. (1931). The Primary School. HMSO.
Jerstedt, G, C. (1980). Experiential components in academic courses. Journal of Experiential Education. 3(2), pp.11-19. https://doi.org/10.1177/105382598000300203