El modelo flipped classroom siempre se ha diferenciado por su flexibilidad y versatilidad a la hora de diseñar actividades o tareas con las que pretendemos que nuestros estudiantes desarrollen habilidades o destrezas cognitivas de orden superior. Estamos hablando de cambiar la cultura de aula, la cultura de la institución educativa y para ello es necesario un cambio de enfoque, de lentes con las que poder entender mejor el entorno educativo que nos rodea.
No obstante, no podemos lanzarnos al vacío a pesar de tener la certeza y la predisposición a dicho cambio. Al generar nuevos espacios de aprendizaje debemos cambiar también nuestras actuaciones en el aula.