Actualmente, existes numerosos estudios que demuestran la importancia de la planificación en las aulas de clases ya que la mayoría de las planificaciones se concentran en completar “X cantidad de ideas” en lugar de la intención de aprendizaje. Es demasiado fácil para los docentes caer en esta trampa de mantener a los estudiantes ocupados, en lugar de concentrarse en el aprendizaje.
En el ámbito educativo, la ley de Parkinson significa que el trabajo se prolonga para completar el período. Esto sucede cuando los docentes diseñan el currículo y/o los planes de lecciones sobre el “hacer” en lugar del “aprendizaje”. Por ejemplo, el docente podría solicitarles a los estudiantes que escriban tres párrafos o diseñen cuatro o cinco ideas en lugar de centrarse en las intenciones de aprendizaje. No obstante, los estudiantes pueden lograr los mismos objetivos de aprendizaje esbozando una idea en lugar de cuatro o cinco.
Esto se conoce como “Ley de Parkinson”, publicado en The Economist en 1955 por Cyril Northcote Parkinson. La Ley de Parkinson es el refrán que se utiliza para expresar que el trabajo se expande hasta saturar el tiempo asignado para su finalización. El autor comparte la historia de una mujer cuya única tarea en un día es enviar una postal, una tarea que le llevaría a una persona ocupada aproximadamente tres minutos. Pero, la mujer pasa una hora encontrando la tarjeta, otra media hora buscando sus anteojos, 90 minutos escribiendo la tarjeta, 20 minutos decidiendo si llevar o no un paraguas en su camino hacia el buzón… y así sucesivamente hasta que su día es lleno.
Por lo tanto, desglosar lo que desea que los estudiantes (o colegas) aprendan a menudo puede revelar el conocimiento o las habilidades que deben adquirir y lo que se debe enseñar. Por obvio que parezca, su planificación primero debe considerar lo que los estudiantes deben aprender antes de considerar lo que quiere que hagan los estudiantes para alcanzar este objetivo. A continuación, listaremos como el docente puede utilizar esta variedad de escenarios para evitar la Ley de Parkinson:
- Evitar el «tiempo muerto» en las lecciones.
- Planificación de ensamblajes significativos.
- Diseñar discursos de apertura brillantes.
- Diseñar un desarrollo profesional útil para los colegas.
- Describa claramente la visión e impulsores.
- Aclarar roles y responsabilidades.
- Comprender lo que está dentro y fuera del alcance.
- Identifique sus compensaciones.
- Establece tu línea de tiempo.
En síntesis, Si bien la Ley de Parkinson se habla con mayor frecuencia en relación con la productividad personal, realmente asoma en los entornos grupales donde las tendencias contraproducentes están siempre presentes. Por ejemplo, la Ley de Trivialidad de Parkinson establece que las personas dentro de las organizaciones a menudo dedican tiempo y atención indebidos a asuntos triviales.